Señor Rajoy:
No me cabe en la cabeza que tanto los políticos como los grandes elucubradores de la economía mundial nos digan ahora que esto ya se sabía, que esta situación tenía que llegar y que el mas lerdo de los economistas sabía perfectamente que el ciclo de las vacas gordas nos conduciría a un desastre económico de impredecibles consecuencias.
Tenemos que ser muy tontos para que tantos millones de ciudadanos como hay en el mundo nos hayamos dejado embaucar por estos flautistas de Hamelín sin darnos cuenta de que nos metían en un callejón sin salida del que no saldremos sin dejar vellones de piel entre las zarzas tendidas por los monopolios capitalistas que nos rodean.
Cómo es posible que toda esta gente que se asoma a nuestras pantallas y aparece en los periódicos con tanta grandilocuencia y alarde de medios nos diga ahora que somos nosotros los que tenemos la culpa por querer tener servicios que no podemos pagar, coches que no estaban a nuestro alcance y pisos comprados con créditos imposibles, que cuando íbamos al médico o mandábamos nuestros hijos a la escuela sólo pensáramos en trabajar y trabajar y no nos preocupábamos de dedicar un ratito en pensar y analizar las consecuencias a las que nos estaban llevando.
Usted como nuevo jefe del gobierno de España poco puede hacer, la situación en nuestra península no es menos preocupante que la de Grecia e Italia usted ya tiene escrito el guión desde la comunidad europea y por mucho que quiera los intereses de nuestra deuda lo tendrán tan maniatado que no le quedará otra maniobra que exprimirnos más amputando servicios y cercenando derechos; el anagrama del partido político será lo de menos, lo realmente preocupante es que como siempre la clase trabajadora será la que cargue con el peso de esta nueva crisis consentida y prevista con años de antelación.
El españolito de a pie otra vez más tendrá que escoger entre el palo y la zanahoria, pero no pierda nunca de vista que el carro puede salirse de la rodera y una vez desbocado llevarse por delante cuanto se ponga a su paso sin respetar limites, atender normativas ni detenerse ante los guardianes de esta Europa sin salidas de emergencia.
Nada más, señor Rajoy, que desear que Dios le pille confesado.
EL ESPAÑOLITO EMIGRÓ POR HAMBRE, SUS NIETOS EMIGRAN PARA VIVIR
Al Sr.Rajoy se le van aclarar las ideas y como és tan "competente" nos va sacar de la crisis en un plis plas.Todo se andará. Ya verás, más verdes maduran. Si esto és "petaca minuta" para Él.
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