Me
deja la jeta lista
que no tiene colofón
ni madre que nos asista.
No es que sea corto de vista
por no ver la solución
es que no tengo ocasión
y si me arreglo el mentón
tengo que
romper la lista
sin
comprar manutención
por pagar a este dentista.
Y si no arreglo los dientes
para que quiero presentes
ni
en un ¡hay! tengo los vientres
por difícil digestión.
Y que mala cosa es
que
abra la puerta al revés
por no tener luego grano
ni molienda que moler
por
falta de un cirujano
que
cobre sin ser la yet.
J. Hernández
He ido al dentista si
señor con dos narices me he plantado en su clínica con la libreta del banco en
la boca, me he repanchingado en la sala de espera y allí entre revistas ajadas
de cuando Paquirrin era delgado, me he dado el lujo de aguantar el hilo
musical sin pestañear y además me he enterado de la vida y milagros del barrio
a través de dos señoras que esperaban delante de mí. Todo por el mismo precio y
además he aprendido todo lo que hay que saber de dientes y dentífricos por lo
que decía el cartelón colgado frente a mí. Cuando me llamaron con el Don por
delante he dado un respingo y en ese momento he dado el beso de despedida a mi
libreta de ahorros prometiéndole amor eterno, ella ha permanecido a mi lado
hasta el momento final, al dejarla sus
lagrimas de tinta roja han desteñido la carpeta del expediente donde figuraba
mi nombre y un sello impersonal que me
apellidaba: COBRADO.
LA MUELA QUE MUELE EL GRANO SIEMPRE GANA
EN MAL VERANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás