martes, 7 de febrero de 2017

EL AMIGO QUE ME LLAMA

Paso firme y mirada franca el ancho de la calle nos separa, el abrazo no tarda y la fortaleza  de su brazo me hace sentir que está bien, su aspecto rocoso y lo tupido de su cabellera lo hacen parecer más joven, no obstante tiene la edad que quiere tener que es la del hombre libre de compromisos y disfrutador de la vida.

Me trae “el libro”,  ese libro que ha estado guardándome como un tesoro y con el que está seguro me dará una alegría, hace tiempo que no nos veíamos, nuestras llamadas de móvil espaciadas y necesariamente breves debido a su crónica afonía dejaron siempre en suspenso una charla relajada, hoy tampoco disponemos de demasiado tiempo pero la necesidad de vernos y sobre todo la ilusión por conocer el libro del que tanto me ha hablado han hecho que compartir un café sea solo la promesa y la antesala de una próxima velada.

Ha puesto en mis manos EL HOLOCAUSTO ESPAÑOL de Paul Preston, un contundente volumen de 850 páginas, me deja señalada la página 29 en la que leo: un terrateniente de la provincia de Salamanca cuando se enteró del alzamiento militar del 18 de Julio en marruecos ordenó a sus braceros que formaran en fila, seleccionó a seis de ellos y los fusiló. Se llamaba Gonzalo de Aguilera y Munro, todo ello ocurría en su Dehesa del Carrascal de Sanchiricones entre los pueblos de Vecinos y Matilla de los caños.

Mi amigo y además paisano me observa, está atento a mi reacción, prefiero no decir nada mientras  me recreo  en la dedicatoria que ha escrito en el libro, las manos se me han quedado frías, mi reacción quizá no es la que él se esperaba pero él no sabe que por dentro estoy intentando asumir el valor del regalo y sobre todo el regalo de su tiempo.

Mi amigo Pedro que así se llama, ha sufrido cuatro intervenciones debido al puñetero cáncer, según los médicos poca gente aguantó tanto como para contarlo, el se me queja de algunas molestias pero sigue trasladándose en moto y no duda en aprovechar cualquier ocasión que se le presenta para mantenerse activo e incluso acudir a los cursos que imparten en la universidad.

Me ha dejado en el autobús que me lleva a casa y mientras me alejo lo veo despedirme desde esa parada que representa nuestra propia vida, la vida de un jubilado y su amigo obligado a estar de baja con un diagnostico de invalidez absoluta.   El libro que llevo debajo del brazo ha tomado vida propia, noto que su latir suena acompasado con el de mi amigo Pedro al que empiezo a valorar como un superviviente al que jamás oí quejarse pero al que desde ahora tendré siempre como ejemplo de tenacidad y superación ante las adversidades. Su libro por supuesto está ya tomando forma en el anaquel de mis conocimientos y no dudo que en más de una ocasión sea motivo de alguna página de este blog. Gracias mi buen amigo  el libro me ha encantado pero tu ejemplo me parece más enriquecedor. 


HAY AMIGOS ENTRAÑABLES PERO  POCOS ENTRAÑABLES AMIGOS

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona