TENSIONES POR LA POLITICA

No, no es posible que esto haya pasado, la reunión terminó abruptamente,  manifestar una opinión contraria desencadenó la acritud entre  los que nos consideramos amigos y sobre todo contertulios sobre temas literarios. Decir que la puesta en escena del ex presidente Mas camino de los tribunales me recordaba los mejores tiempos del franquismo cuando a cambio de un bocadillo y un viaje en autocar se vaciaban los pueblos para homenajear al generalísimo, alteró los ánimos, comentar que solo faltó el grupo de coros y danzas danzando delante de la comitiva ya fue el detonante y sobre todo, que hacerse el mártir camino del cadalso para una vez allí negarlo todo me pareciera patético hizo saltar los resortes de más de un hasta ahora amigo.

No entiendo esta situación, no entiendo este victimismo cuando lo honesto hubiera sido dar un paso al frente, no entiendo que se juegue al ratón y al gato cuando por otra parte se saca pecho asegurando por activa y por pasiva que esto va en serio, que esto no tiene marcha atrás y que los pasos a seguir están más que calculados para pasar luego escamotearse de  la responsabilidad aduciendo que fueron simples voluntarios los que organizaron la consulta- referéndum.

La clase política catalana no ha estado a la altura, en otro tiempo el tan defenestrado Jordi  Puyol aun sabiendo que le costaría la cárcel se enfrentó al antiguo régimen por cantar Els Segadors mientras lanzaba octavillas en el Palau de la música donde Franco presidia un acto en su honor, ese fue el marchamo de catalanismo que lo catapultó después a la presidencia y dio credibilidad a su programa, su delfín sin embargo no parece querer emularlo y olvidó el guion en el momento de la representación, en la calle mientras tanto se nota la crispación  lo ocurrido en la sobremesa con mis amigos era hasta hace poco inimaginable y abre para mí un nuevo escenario, hablar abiertamente de política comienza a ser incomodo y hasta cierto punto delicado, una verdadera lástima cuando  hacíamos de la harmonía nuestra vitola y de la pluralidad nuestro enriquecimiento.

CALLAR  Y  DEJAR  DE  HABLAR SON  MANERAS DE EXPRESAR