sábado, 19 de agosto de 2017

CARTA ABIERTA A LUCIA Y MIREIA

Mis queridísimas nietas:

Barcelona está llorando, quizá vosotras también aunque no sepáis porqué,  pero viendo que lo sufren vuestros padres habéis entendido que algo grave está pasando, es verdad que en nuestra ciudad alguien ha intentado y conseguido hacernos llorar a todos, pero esto no es lo peor lo malo es que este horrendo atropello deja siempre odio y rencor hacia las personas diferentes por su raza, su color y religión. No quiero que vosotras caigáis en ese error, la gente por lo general es buena pero dentro de los miles de millones que pueblan el mundo solo unos pocos se empeñan en hacernos daño, pensar que todas las religiones tienen como principio hacer bien a los demás pero hay quien piensa que si los demás son pacíficos ellos pueden imponernos su voluntad siendo agresivos contra nosotros y eso no debe suceder nunca porque la violencia no tiene límites,  pensar siempre que el amor se tiene nunca se compra.
Tener en cuenta que dentro de estos momentos tan trágicos siempre suceden cosas que deben alegraros, habréis visto que la gente se vuelve más generosa dando cobijo y auxilio a quien lo necesita sin preguntar quien tiene a su lado, y hasta los políticos olvidan sus diferencias cuando como ahora se reúnen para darse fuerza y encontrar las soluciones que nos hagan superar todos juntos ese mal momento, lo deseable  sería que siempre fueran así, pero son tan cabezotas que no se dan cuenta y si no lo hacen es que están muy equivocados.
Vosotras  debéis preguntar siempre lo que no entendáis, no os preocupéis si los demás no lo hacen y sobre todo no debéis asustaros los papis os protegerán y sabrán lo que tienen que hacer y si lo queréis contar con este abuelo que aunque un poco cascarrabias daría la vida por vosotras.                                   Un beso.
              EL MIEDO ES LA MEDIDA DE LA INCOMPRENSIÓN


1 comentario:

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona