lunes, 6 de noviembre de 2017

DE QUIJOTES ANDA EL JUEGO

 Cuando desde la distancia los  destellos en los furgones de la guardia civil rompían la noche madrileña yo veía aspas de molinos en la estepa política, el rocín flaco y famélico  se había convertido en caballo troyano llevando en su interior a quijotes que sin sanchos que les hubieran  advertido del riesgo de su aventura  habían cabalgado contra gigantes pensando que eran molinos, ni el bachiller Sansón Carrasco ni la santa hermandad fueron capaces de hacerles razonar sobre el peligro a que se exponían estos quijanos del siglo XXI, Cervantes no hubiera imaginado están tan  descabellada historia pues de hacerlo le habrían encerrado por quiromántico y visionario, y es que  el desenlace del encontronazo contra los molinos no puede ser mas catastrófico, rocín, armadura y yelmo de Mambrino por los suelos, la isla barataria soñada durante toda la aventura resultó ser una ciénaga donde se trabaron hasta el cornijón y lo más grave es que arrastraron con ellos a muchos paisanos de este Toboso que aun atascados aplauden sus justas caballerescas en el palenque de la Ciudadela  enderezando y dando brillo a la vacía de barbero tantas veces como haga falta.

Mientras tanto el caballero de los espejos se refugió en una venta fortaleza  o castillo a muchas leguas de camino sin un Amadis de Gaula que le reconvenga, dando por entendido haber sido víctima de un encantamiento o pócima en contraposición al bálsamo de fierabrás que otros caballeros andantes hubieron de sufrir en sus carnes mientras velan armas junto al pozo del patio o corrala donde fueron aprehendidos por la santa hermandad.

Mala novela esta donde la quijotería ilusionada y convencida vio molinos cuando eran gigantes y si bien calibró sus fuerzas contra vientos mesetarios, no se dio cuenta que eran los vendavales venidos de otros reinos quienes movían las aspas trituradoras de sus adargas, con la intención de que una vez desarmados y descabalgados de su Rocinante sirvieran de ejemplo a toda Europa para que ningún otro Cervantes intentara escribir una aventura semejante.

Dice la historia que Aníbal  cruzó los pirineos a lomo de elefante, hoy  es el  elefante quien regresa a lomos de Aníbal con la intención de demostrar que el cerco europeo no admite fisuras, y si en la historia verdadera nos dice que D. Quijote recuperó la cordura hemos de tener en cuenta que fue su escudero Sancho quien perdido en sus recuerdos continuo soñando aventuras por venir y disfrutar.

POR LA NOCHE LAS CAMPANAS DE ESTE TOBOSO LLAMAN A LASTIMA

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona