lunes, 13 de noviembre de 2017

LA JURA DE SANTA GADEA


El cantar de mío Cid recoge la jura de Santa Gadea como un hecho discutible por apócrifo o históricamente dudoso, los últimos sucesos en los tribunales me lo recordaban, lo cierto es mientras tanto seguimos trabajando.

Mi amigo, compañero y paisano MANUEL BRAGADO presentó su libro biográfico en el que con el devenir de su vida ilustra perfectamente la lucha de muchos paisanos para abrirse camino en esta Cataluña hoy tan dubitativa en reconocer que nuestro esfuerzo fue  el origen de su progreso, nació mi buen amigo en Corrales del vino (provincia de Zamora) dejó el campo por la precariedad de su futuro, aquí luchó y batalló  en distintos empleos hasta hacerse con una licencia de taxi, emprendedor por antonomasia formó parte del equipo comercial de Barna Taxi la primera emisora y agrupación de taxistas,  presume con orgullo de haber portado la antorcha olímpica  y sobre todo de contar con amigos con los que se reúne cada lunes para cultivar su afición: La poesía. Es hombre de fácil prosa muy apegado a su tierra y sobre todo enamorado  de Loli,  su mujer a quien dedica parte de su obra con el entusiasmo de un chaval de quince años, su libro salpicado de anécdotas y trufado de rimas es el reflejo de la vida de tantos y tantos paisanos que se abrieron camino es este mundo a veces hostil, siempre propicio a las oportunidades pero llevando siempre consigo la añoranza por una tierra que siendo nuestra no nos concedió el don de fecundarla, el mismo se describe en esta estrofilla:

            Es normal que ustedes piensen
            Que yo he sido un culo inquieto
            Por cambiar tan a menudo
            No por capricho ¡lo juro ¡  
            Que cambiaré lo prometo

Otro paisano que nos deleitó con su tercer libro  es el siempre amigo y tertuliano NICANOR LÓPEZ, aquí el titulo de personaje le cuadra perfectamente, es autor muy reconocido y solicitado en los ambientes poéticos en Cataluña,  de prosa trabajada y pulcra hace del castellano un juego de palabras exquisito y tan apegado a la tierra que hacen muy difícil apartarse de sus páginas donde la metáfora y “la parla” son tan normales que convierten a este hombre sencillo y honesto en todo un clásico comparable con el mismísimo Gabriel y Galán o Miguel Delibes, su trayectoria plagada de premios y su fácil pluma hacen de la sensibilidad la norma; lo que nos augura una más amplia bibliografía.
Nicanor nació en Gajates (provincia de Salamanca) niño yuntero  en su juventud como el mismo se define, vino a Barcelona donde  pasó a desempeñar oficios tan duros como el de calderero y soldador, en esa época año 205 tuve el honor de presentar su primer libro en el Centro Castellano y Leones titulado Un grito en la niebla, al recibirlo hoy en nuestra tertulia trae bajo el brazo su último trabajo: Voces y gritos del silencio con una prosa más trabajada e indudablemente más profunda en su concepción. Me limito a leer la misma cuarteta con la que presenté su primer trabajo donde destila el  amor a su tierra:
                      Mi pueblo es un pueblo blanco
                      de encalada ventanera
                       mi pueblo es color barranco
                       con pintas de primavera.
-----------------------------------------------------------------
Mucho éxito a estos dos buenos poetas paisanos y amigos y si aún les queda algún tiempo, en la sala de Matas y Ramis un grupo de pintores de Horta (entre los cuales me cuento) tenemos montada nuestra primera exposición conjunta.

SEGUIR TRABAJANDO ES TAMBIEN UNA FORMA DE MANIFESTACIÓN

                

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona