lunes, 12 de febrero de 2018

CUANDO LA VIDA SE REMANSA


 No tengo conciencia de ser mayor, pero lo soy, los problemas me pueden y si no son problemas me lo parecen, este mes doy la vuelta al calendario, no es que me guste pero la otra alternativa es peor, lo bueno y lo malo de estar en esta tesitura es que ya comienzan a tomar decisiones por ti, ya no eres el responsable final, pasas de protagonista a comparsa  y casi siempre te presentan los problemas con soluciones incluidas, eso sí, te permiten cierta autonomía en el devenir domestico aunque pases después por el cedazo  que evalúa y decide si mantienen o limitan tu campo de libertad. Esta situación siendo cómoda tiene el peligro de convertirte en un haragán, pues  al eximirte de la  necesidad de tomar iniciativas comienzas a atrofiarte degenerando en desgana lo que antes era ingenio, y la falta de estímulos te predispone a arrellanarte en el sillón de la pasividad.


Lo positivo es que te transformas en observador privilegiado, lo que te permite evaluar a los demás sin ser evaluado o dicho de otra manera analizas si las decisiones que se toman a tu alrededor están o estarían de acuerdo con los criterios que tu viviste, la experiencia es aliada de la vida, prever las consecuencias de una decisión es patrimonio de la edad y ya se sabe que el diablo sabe más por viejo que por ser diablo. Es también el momento de disfrutar de los triunfos de los demás porque tú ya no compites, eres un mero espectador aunque tengas sillón preferente, tus triunfos y tus fracasos se almacenan en el desván de una memoria cada vez mas empolvada y solo la proyección que de ella quede reflejada en tus hijos te hace revivir,  pues en ellos tienes apostado el triunfo o el fracaso de tu ya ajado calendario.

Es una época en que tienes tiempo para tus aficiones, tu personalidad va cambiando, ya no te extraña que el antes engolado director bancario sea ahora el que toca la guitarra en tu rondalla, o el militar retirado ahora participe en el grupo de teatro o el bedel de la universidad haya demostrado ser un buen rapsoda, la vida es más sencilla, ha pedido banalidad, es mas autentica, las amistades  son al mismo tiempo compañeros de viaje y los logros se consiguen en equipo, el mismo equipo que se defiende y aconseja entre sí o que acompaña  comparte experiencias y  valora  alternativas.

              EL TACO DEL CALENDARIO VIVE EN PERMANENTE OTOÑO

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona