LA CATALUNA INCONGRUENTE

El teléfono echa humo, los lazos amarillos se adueñan de la pantalla y los mensajes coactivos te llenan de zozobra, se da la paradoja que muchos de los remitentes son los mismos compañeros con los que nos manifestamos  por la mejora de nuestras pensiones, admitir ahora que son paladines de la independencia y proselitistas de cuanto acontece a favor de la república catalana no cuesta tanto entenderlo. Hay una especie de imposición en sus mensajes o estás conmigo o estás contra mí no hay término medio,  ni siquiera tu silencio les vale, los no independentistas callan, callamos para ser exactos, callamos por no perder a los que hasta ahora consideramos amigos, callamos intentando salvar lo insalvable, callamos porque es un verbo fácil de conjugar cuando intentamos que la polémica  no salte a la calle, pero algo se está rompiendo, la idea de que una minoría nos quiere imponer su voluntad está llevándonos al hartazgo, la obligación de tener que admitir que todo lo relacionado con la independencia es palabra de ley está llevándonos a una especie tsunami que más pronto que tarde saltará los diques de la condescendencia.

Se barruntan malos tiempos, si al  callejón sin salida en el que se ha metido el independentismo no le aplican salidas de emergencia, la situación se tornará irrespirable, el lazo amarillo ya no es símbolo de protesta ni de independentismo, es ahora el símbolo de la imposición y el desacato y lo que hasta ahora considerábamos libertad de expresión se torna en insignia  discriminatoria. Ya nada es ni será igual en esta Cataluña que presumió de integradora, la división está llegando al seno familiar y los pactos de no hablar de política tensan las sobremesas y comienza a ser una exigencia difícil de conseguir. Cuando en estas fechas se aprovecha la tradición para incluir en las monas de pascua mensajes políticos es que algo muy grave está enraizando en la sociedad, cuando con la politización se compra el cariño de un niño y hacerle escoger de antemano en qué lado de la barricada quiere estar aumenta su angustia y atenta contra su derecho a la libertad de expresión.

                  CATALUÑA SE DESHACE AL SOL DE LA INDEPENDENCIA