Erase una vez una gallega, un vasco, un catalán y un
castellano que no se conocían pero se pusieron de acuerdo para salvar un idioma
que no era el suyo.
Así podría comenzar la historia
del idioma Castúo o forma de
hablar en los pueblos extremeños y de la sierra limítrofe con Salamanca. Esta
semana hemos tocado el tema en nuestra tertulia, no precisamente para hablar
del Castúo si no para presentar a mis colegas un poeta entrañable: Gabriel y Galán, nuestro paisano tan
ignorado por estas latitudes sorprendió a todos por forma tan castellana de
escribir y más aun cuando intentamos leer su obra en Castúo idioma desconocido y
aun hoy un tanto relegado a la rara categoría de lo curioso.
Recordamos en los apuntes de mi presentación de cómo nuestro
paisano mantuvo correspondencia y amistad epistolar con el poeta Maragall, con
la insigne Pardo Bazán y por supuesto con su mentor Miguel de Unamuno los
cuales le conminaban para que no dejara pasar la oportunidad de recoger y
anotar todo cuanto del Castúo callera en sus manos, llama la atención de cómo cuatro
personas de origines tan apartados y distintos se interesaron por la
supervivencia de un idioma que les era ajeno y que en aquel momento se
consideraba propio de gente tosca, incultura y poco evolucionada. Yo recordaba
a mis amigos la forma y los giros del idioma que aún se mantiene o mantenían en
algunos pueblos de la provincia de Salamanca: LA PARLA, de la que yo
mantengo alguna reminiscencia por recuerdo de mi niñez y de los que
dejo constancia en alguno de mis trabajos pero tristemente son formas y manejos
del idioma que en la actualidad se están relegando a lo meramente testimonial.
No pretendemos decir que fuera solamente Gabriel y Galán el
único el único escritor que escribiera y recogiera el castúo en sus escritos, tengamos
el ejemplo de Luis Chamizo admirador de Gabriel y Galán que dio origen al
termino Castúo, pero estos por ser naturales de Extremadura no pueden ser la
excepción.
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APUNTES E INTRODUCCIÓN
A LA BIOGRAFIA DE GABRIEL Y GALAN
Nació en Frades de la Sierra, provincia de Salamanca un 28 de
Junio de 1870, en el seno de una familia de labradores con profundas
convicciones religiosas, en la escuela destacó muy pronto por su facilidad para
la escritura, en 1885 sus padres lo
mandan a estudiar a Salamanca donde alterna sus estudios de magisterio trabajando
en un almacén de tejidos. En 1888 con diez y siete años obtiene el título de
maestro y es destinado a la escuela de Guijuelo, pero tras una corta estancia
en esta localidad se marcha a Madrid para estudiar en la Escuela Normal
Central, de allí regresa para ocupar plaza en Piedrahita, provincia de Ávila, su
labor docente termina muy pronto cuando sus tíos le proponen encargarse de las
fincas de la familia situados en Guijo de granadilla, (Extremadura) allí conoce y se enamora de Desideria
una moza que atiende la casa y es sobrina de uno de sus tíos con la que se casa
en 1897 y de la cual tiene tres hijos. Es en 1901 participa en Salamanca y gana
los juegos florales con su composición: EL
AMA de la que Miguel de Unamuno que
formaba parte del jurado se manifiesta entusiasmado. Después de este premio gana
también los juegos florales de Zaragoza, Murcia, Lugo y Sevilla, que ayudan a extender
su fama entre los emigrantes al otro lado del atlántico de donde le llegan
grandes reconocimientos. Muere con treinta y cinco años un 6 de Enero de 1905.
Su obra casi por entero dedicada a describir el medio rural y
sus gentes es reflejo de su carácter solitario y retraído, poco dado a fiestas
y conmemoraciones dice de sí mismo que solo tiene por amigo a uno de sus
criados, es pues un hombre melancólico, a la par que depresivo, martirizado por una gastritis y una artrosis reumatoide
que calla y padece en silencio para no hacer sufrir a sus allegados, a todo
ello se sobre pone recorriendo su hacienda y no deja de hacerlo hasta pocos días
antes de su fallecimiento. Se dice de él
que gustaba y pedía a sus jornaleros que entonaran canciones y gacetillas
mientras trabajaban momento que aprovechaba para tomar notas de sus dejes y
giros idiomáticos propios de cada lugar incluido el castúo, un dialecto
extremeño que se mantenía muy vivo ente los pueblos de la sierra y de las que
se serviría después para sus composiciones: Campesinas y Extremeñas.
Fomentó su interés vino la insistencia de su venerado Miguel
Unamuno el cual le conminaba para que en su deambular por pueblos y majadas y
en el trato directo con sus gentes no perdiera ripio ni ocasión de hacer
esponja de cuanto aconteciera, y no se perdiera la forma de hablar de los
lugareños que por ser pueblos serranos y semi-aislados mantenían en el tiempo
una forma de hablar tan peculiar que
bien pudiera decirse gozaban de un idioma propio. Gabriel y Galán llega a
dominar de tal forma aquella forma de decir que consigue que el campo hable, sus gentes sean protagonistas no testigos y
hasta el olor de la mies y el sonido de las eras traspasen las páginas de sus
escritos haciéndonos participes de los gozos, las miserias y las costumbres
campesinas.
A Gabriel y Galán no puede encuadrársele en ninguna de las corrientes
que imperaban en el momento (románticos o modernistas etc.) y es por ello por
lo que se le tuvo como un poeta poco ilustrado y un tanto tosco cuando la
realidad es que mantuvo un estilo propio desbrozando una tendencia hasta entonces poco valorada o cuando menos
subestimada por los mal llamados ilustrados del momento. Solo Bécquer en un tiempo
y Machado posteriormente mantuvieron una línea parecida en sus composiciones ya
fuera porque su inspiración asentada en las tierras de la Castilla rural solo el
paisaje y sus gentes era lo que les rodeaba. Gabriel y Galán apenas salió del ambiente
castellano salvo los dos años que estudió en Madrid y un viaje que realizó a
Galicia de la mano de su amigo y compañero de estudios Casto Blanco Cabeza con
el que mantuvo siempre contacto epistolar en los que le apremiaba para que
siguiera escribiendo aun a riesgo de abandonar sus otros quehaceres, Gabriel y
Galán no dejaba de agradecerle siempre la oportunidad que le había dado de
conocer el mar y disfrutar de su Galicia natal tan verde y tan distinta al
reseco paisaje castellano. Mantuvo también correspondencia con Joan Maragall y
Pardo Bazán, el primero refiriéndose a sus “extremeñas” agradeció al poeta
hacerlo en castúo ya que con ello
proclamaba la “libertad de una lengua” tan proscrita y denostada como lo era el
catalán, Pardo Bazán incluso viajó hasta Salamanca para estar presente en uno
de los homenajes que al escritor se le rindieron en la capital castellana.
Mis contactos con la
obra de Gabriel y Galán
Yo pude revivir un ambiente parecido al de Frades de la
sierra en el pueblo de mi madre: Santíz pueblo
rural y trabajador, con sus grandezas y miserias cuyo recuerdo trasciende en alguna
de mis composiciones, como por ejemplo El Mozo del pueblo, El abuelo, La perra
torza, El rapaz de las manzanas, Poeta de barbecho, Casita de teja vieja etc.etc.
y… Por cuatro reales, donde en mi modestia trato de hacer un homenaje al maestro
recordando su conocida y lograda composición: El Embargo donde traslado la desgarradora escena del labrador
desalojado de su casa después de haber muerto su mujer, a los tiempos actuales
donde los desalojos son ya una constante y una practica habitual.
De las composiciones del autor destacan:
El ama
Un D. Juan
El embargo El
vaquerillo
¿Qué tendrá? Las
sementeras
El amo El
Cristu benditu
Canto al trabajo Ana María
Bien puede decirse que Gabriel y Galán nos dejó la galería de
retratos del mundo rural más perfecta de la biografía española.
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