miércoles, 28 de noviembre de 2018

PELICULAS FAMILIARES


Alguien sacó del baúl las viejas películas familiares rodadas en formato super-8,  en las que las imágenes a falta de sonido hablan por sí solas, vimos bailar a una generación ya desaparecida, nos vimos jóvenes cuando  nuestros hijos tenían  la edad que ahora tienen los suyos, vimos a nuestros nietos sorprenderse de ver como sus padres hacían las mismas gansadas que ellos pretenden corregirles, argumentamos contra aquellas tomas en las que la metedura de pata era evidente e interpretamos lo que faltaba de la escena en la que el cámara ocasional cortaba el plano por falta de material.

Las películas de super-8 tienen alma de traición, de traición del paso del tiempo, de traición de notario cuyo documento es inapelable y el desmentido a nuestra presunción de que un día fuimos guapos, teníamos pelo, no teníamos barriga, bailábamos como peonzas,  podíamos hacer el salto del ángel en la piscina sin caer de barriga y la demostración de que no fuimos nosotros los que montábamos en la bici que atropelló a la tía Pilarín cuando rodó por los suelos con la tortilla campestre. Las películas en super-8 tienen también otro alma que se esconde entre sus estuches, es el alma de la familia con ganas de dejar constancia de su existencia, un alma que el paso del tiempo ha ido mitificando hasta elevarlo a la categoría de documento sin que nadie tenga la osadía ni la intención de querer borrarlo, pero al mismo tiempo deja resbalar  una lagrima de emoción cuando piensas que en el reparto de papeles el tiempo también hará de ti un efímero personaje.

Las películas en súper- 8 son como el Nodo de otros tiempos, dejan casi siempre constancia de las mismas cosas, en aquellas se inauguraban pantanos, aquí se muestras celebraciones familiares y siempre la comida de navidad donde año tras año la bajilla de gala, el espumillón a granel, los turrones,  peladillas y polvorones, quedaban cada vez mas disminuidos a medida que nuestros hijos iban creciendo y por supuesto  en el rincón principal no podía faltar un nacimiento donde pastores mancos y cabras cojas disimulaban entre la hierba su obligada invalidez.

LAS PELICULAS EN SUPER-8 SON LA PORTADA DEL LIBRO DE LA VIDA

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona