miércoles, 12 de junio de 2019

AHORA SOY JEFE DE ESTACIÓN


Miren ustedes por donde ahora soy jefe de estación, si, si lo han entendido bien, resulta que me he enzarzado con un grupo de teatro y me han convertido en jefe de estación de los de antes de tren borreguero y cantina de pueblo, en principio me lo tomé un tanto a la ligera, una especie de pasatiempo donde conocer gente e intercambiar experiencias pero resulta que ahora  tengo que ponerme las pilas, porque estos chicos llevan años en el oficio y se lo toman con tanto interés que si no estoy a su altura son capaces de rebajarme  al papel de peón de obras y mantenimiento. Para empezar la directora debe comer pilas de Duracel todas las mañanas, es incansable, insiste,  repite y hace repetir hasta la saciedad, no da una coma por perdida ni un gesto sin expresión ni un mutis fuera de tiempo,  la gente sigue sus instrucciones a pies juntilla en una especie de pugilato por ver quién llega a la excelencia y yo novato en este gallinero de artistas trato de acertar, pero ni enderezo la gorra ni pongo orden entre los pasajeros que concurren a esta estación de Renfe arcaica y desvencijada.

No sé en qué parará esta aventura pero si les puedo anticipar en que es un ejercicio tanto físico como mental, esforzarte en vivir un personaje,  aprender su papel, seguir un guion e interactuar con tus compañeros es vivir un mundo paralelo durante unos minutos, aquí la edad no importa setenta-setenta y cinco años es la media de este elenco teatral que comienza y termina su función con música de revista vestidos de negro sombrero y guantes rojos y un lazo carmesí, los pasos  están medidos, los gestos también y sobre todo una sonrisa que dice que podemos ser mayores pero tenemos ilusión por lo que hacemos y como no podía ser de otra manera terminamos con la despedida desfilando a lo Lina Morgan, gracias por venir….. Admiro a mis compañeros gente que proviene de muy diversas profesiones entregados ahora al arte de Talía con tanto empeño como si de profesionales se tratara, ya veremos si puedo seguirles el rastro, por mi parte me conformo con sobrevivir a la experiencia.

                 COMEDIA ES COMERSE LA VIDA EN BOCADILLOS
                                                                            J. Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona