domingo, 17 de noviembre de 2024

IMSERSO (Segunda entrega)


No, no me desdigo, mi escrito sobre el Imserso ha traído no pocas controversiaspero situémonos en el caso de una persona con movilidad reducida, mandarle una carta en la que se invita a viajar no deja de ser un sarcasmo, prever un viaje con antelación sin tener en cuenta que nuestrcalendario está regido por imprevistos de salud es también una lotería y por supuesto remitirnos a un destino no apetecido o en época poco propicia no puede ser precisamente motivo de ilusión.


El cambio propuesto es muy sencillo: enviarnos un bono cuya única condición es que se gaste en eventos culturales donde puedan ser incluidos el teatro, el cine y por supuesto viajar pero a un destino ó época apeteciblede manera  que podamos gastar su importe en una o varias actividades, de esta forma potenciaríamos la convivencia al tener la opción de realizar salidas en grupo participar en una actividad determinada, como pueden ser las visitas a museos y exposiciones o la compra material didáctico e incluso abonos en  centros deportivos o de rehabilitación.

 


Señores y señoras gobernantesdéjennos administrar el presupuesto que ustedes destinan a nuestro colectivo, dejen que el comercio del entretenimiento haga el resto, estamos seguros que las ofertas de captación no se harán esperar e incluso el teatro y el cine podrían frenar la caída libre a la que están abocados, un trocito de nuestro pastel puede ser muy goloso de esta forma también se beneficiarían las personas que por edad o circunstancias ahora tienen que depositar su oferta en el buzón de los desheredados.


Se nos pide integración, se nos pide mantener una actividad saludable y lúdica, se nos pide no dejar atrás a quien por circunstancias no puede seguir nuestro ritmo, se nos pide… en definitiva que mantengamos la ilusión como norma de vida, pero en este caso y debido al sistema empleado por ustedes, muchos de nosotros quedamos catalogados como ciudadanos de segunda o lo que es más grave: la de juguetes rotos bendecidos por la administración.


Pedimos poder interactuar en el escenario más propicio a nuestras circunstancias que ustedes hoy por hoy nos limitan a disfrutar unos días “a mesa puesta” aunque esa mesa esté cojitranca, despendolada y en tierra de nadie.


LA EDAD ES UN PASATIEMPO DEMASIADO CARO PARA DEJARLO PERDER

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona