AL PASAR DE LOS OCHENTA

Cuando hace unos días acudimos a una charla sobre la evolución de la masculinidad a lo largo de generaciones salí convencido que hemos vuelto a la casilla de salida. De los derechos de igualdad de la mujer ya se hablaba en las tertulias de mesa camilla y brasero de cisco de nuestros mayores, también se escuchaban en una radio pirata las arengas de mujeres (y hombres) que lejos de España reclamaban para ellas el derecho a votar y el respeto a la decisión de no concebir,  mientras los mayores hablaban en voz baja  de maricones fusilados y de la ley de vagos y maleantes. Todo esto quedaba reafirmado a las dos y media en punto de la tarde cuando una musiquita inquietante nos hacía arrebujar ante el aparato de radio en un silencio sepulcral solo interrumpido por los sorbos de la sopa de fideos y los ahogados suspiros de las abuelas, era LA HORA DEL PARTE donde el odio tenía su altavoz y vomitaba  su sed de venganza enumerando listas y sentencias de los enemigos del régimen.

Pasados los años en los que pensar estaba prohibido y vuelta ya la democracia da la sensación de que la España de hoy ha iniciado un camino de retorno, las tendencias actuales son cada vez más radicales y la intransigencia es norma entre nuestros políticos. En las nuevas generaciones está calando la idea de que un tiempo pasado fue mejor, quizá nadie les contó que en otro tiempo la mili era obligatoria, que había cartillas de racionamiento, que las mujeres no tenían derecho a voto y además les era obligado que entrar en las iglesias con la cabeza cubierta.Cuando las viejas enseñas vuelven a enseñorearse de la calle y los líderes clonados de antiguos personajes salen a escena jaleados por sus correligionarios, y en sus arengas solo cambian lo del contubernio judíomasónico por las siglas de grupos terroristas extinguidos, algo me dice que volvemos a la España del NO DO y EL PALIO. 

Mientras tanto la bota estadunidense chapotea en todos los charcos haciendo de la amenaza y la soberbia su sello de identidad, la ley del más fuerte se impone sin tapujos, aumentar nuestro presupuesto para comprar SU armamento es meter el dedo en el gatillo de sus interés, Europa se rinde, solo nos falta tener que alimentar a nuestros colegiales con su leche en polvo y aquel queso amarillo a la hora del recreo.

          ESTE AÑO EL PREMIO NOVEL DE LA PAZ HA CAÍDO DE CANTO