Se llamaba maña, se
decía ingenio, se adquiría destreza, ahora cuando reparas una herramienta eres
un tacaño, cuando te entretienes en apañar un mango eres un rácano, cuando
aprovechas una prenda de ropa estas desfasado, cuando tiras de papel y lápiz es
que no estás al día, si no dejas comida en el plato eres un ramplón, si encuentras aplicación a un viejo utensilio
casi desechado eres un basurillas, pero luego
los entendidos te dicen que a nuestra edad conviene tener la mente ocupada, que
trabajar y practicar manualidades es una buena manera de combatir la artrosis,
que escribir y leer activa la memoria, que hacer ejercicio fisco y caminar es
una de las formulas más saludables para mantener el corazón en buena forma y
sobre todo que contribuir al mantenimiento de la naturaleza es obligación de todos.
El tío Liborio tiene un “campito” que reúne todo esto, transporta
tierras y abonos en una carretilla, arregla los mangos de las herramientas porque
le apetece, sube y baja del tejado con escalera de mano, corta leña, adereza el
huerto, poda árboles, riega con agua de
pozo, observa la naturaleza y anota sus
impresiones en una libreta, aprovecha la ropa vieja para trabajar, disfruta
reconstruyendo cercados y trasplantando e injertando frutales, no utiliza
botellas de plástico por que bebe por un botijo, respira aire puro, toma el sol, estudia el tiempo por el
comportamiento de los animales …etc.etc.
Ahora le dicen que el campo ya no es para él; que es
peligroso, que tiene que regresar a la ciudad donde le tienen apuntado en un
centro de mayores, allí hará gimnasia, en otro sitio que llaman aula le harán
ejercitar la memoria, también habrá excursiones al campo y si no recuerda mal
hay otro curso esperándole para hacer manualidades y hasta un grupo de teatro
donde fomentar la convivencia.
El tío Liborio piensa que le han puesto el mundo
del revés y solo le cambian los nombres, al ingenio lo llaman actitud, la
imaginación es creatividad, el ejercicio es gimnasia de mantenimiento, a salir
al campo lo llaman excursión, contar
historias es trabajar la memoria, pero al tío Liborio se le han caído los palos del sombrajo cundo
paseando por la ciudad ha descubierto lo que aquí llaman huertos urbanos, una
idea muy nueva que consiste en que te asignan una franjita de terreno en medio
de moles de cemento para que cultives tus hortalizas, dicen que es muy ecológico
y fomenta el compañerismo, el hombre no ha aguantado mas, ha decidido regresar
al pueblo para no ver pájaros enjaulados,
hortelanos impostados rodeados de plásticos con una mano en la azada y la otra en el teléfono,
el tío Liborio no se explica que haya pueblos vacios y en ciudades
congestionadas hagan imitaciones de huerto como si de un parque temático se
tratara, dice que el progreso no es más que volver al pasado, que la ecología
es simplemente seguir las leyes de la naturaleza y envejecer bien es solo hacer
las mismas cosas de siempre pero a otro ritmo.
LO MALO DE SER MAYOR ES QUE LOS DEMÁS TE DIGAN QUE LO ERES
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