lunes, 22 de abril de 2019

LLANTO POR UNA GÁRGOLA


Aleteaba el pajarillo desolado en una rama
tras dejar la celosía de la grieta con retama,
no podía consentir dejar sola aquella dama
que abrigara los polluelos acogidos en su cama
y en las noches de tormenta protegiera su ventana.
Voló entre las arquivoltas logró posarse en su cara
una lágrima constante por su boca se derrama,
no puede entender el gesto, aletea, pía y clama
mas la dama no responde, mantiene pose espartana
 mientras entre capiteles el fuego prende la llama.

Se derrumbó la cubierta, del nido no queda nada,
remueve entre los cascotes, allí estaba calcinada
pone un ramito de olivo, pretendiendo así arroparla,
dejó enterrada la gárgola la que dio cobijo y cama,
el no sabe que es de piedra y piensa que tiene alma
que murió al quedar presa defendiendo de la llama
con sus lágrimas continuas el nido de la retama.
El pájaro llora a la amiga, poniendo el buche en su cara
y trinando busca el cielo para decir que allí estaba
la más pura criatura sin que a nadie le importara
que aun estando contrahecha y la boca desdentada
murió salvando a sus hijos mientras ella se quemaba.
                                                                  J. Hernández
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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona