UN MANDELA LLAMADO JUNQUERAS

No va a ser el flequillo de Waterloo ni la despótica actitud de Quim Torra quien lleve a Cataluña hasta la independencia, la actitud de estos políticos dista mucho del carácter netamente catalán, su falta de diálogo y su prepotencia no son precisamente el bálsamo que necesita la sociedad catalana para intentar limar las asperezas surgidas antes y después del 1- 0,  su intransigencia y falta de tacto chocan abiertamente con la actitud de Oriol Junqueras que aun desde la cárcel sigue viendo en el dialogo la solución para que este cincuenta por ciento de Catalanes  que dice saber lo que quiere transmita al otro cincuenta por ciento sus mismas inquietudes y de esta manera puedan tener alguna oportunidad.

El partido de Cataluña comienza a jugarse en el tablero de Europa, nada es ajeno Europa se la hará participar y forma parte ya de esta quiniela,  es allí en Europa donde Junqueras  quiere instalar su púlpito, E.R.C. ya no se conforma con otro foro es allí desde donde se pueden hacer escuchar y es desde allí donde puede prender su mensaje, mientras tanto su oferta de diálogo sigue en pie, sus ganas de convencer lo mantienen en espera con la tranquilidad propia de los grandes líderes, su trayectoria está exenta de egoísmos y actitudes peyorativas, el antiguo alcalde del pueblo de los huertos se dejó prender, no quiso escapar porque sabía que haciéndolo le restaría dignidad y la legitimidad de la cual había hecho gala y además hubiera dejado a los suyos sin el abanderado necesario que todos quieren seguir.

Los próximos días viviremos un escenario inédito, recoger actas y regresar a la cárcel puede ser un  paseíllo con salida por la puerta grande aunque otros la identifiquen con la puerta de los carros,  pero de una u otra manera quedará estampado un sello mas en el pasaporte que lleve a Junqueras hasta la tarima de esa Europa donde él ansia instalar el altavoz de sus pretensiones. El anti catalanismo con él pierde fuerza, sus razonamientos no son fáciles de doblegar y sus mensajes de paz y concordia hacen de Junqueras un Mandela a la catalana, reducir al líder sudafricano fue imposible porque su mensaje nunca generó violencia y con ello retorció el pulso a sus detractores solo cabe esperar que su final no sea como el de Martin Luther King con el que el mismo Oriol gusta compararse.

              LA CARCEL ES UNA FORTALEZA VISTA DESDE DENTRO