Cuando el presidente de Cataluña fomenta la crispación y pide
la libertad de los políticos detenidos me da la sensación de que enciende una
vela a Dios y otra al diablo, el señor Torra sabe perfectamente que para él los
presos son rehenes de sus propias veleidades, que su egolatría quedaría desdibujada y si alguno de ellos estuvieran en libertad sus enfrentamientos contra una buena parte del
pueblo catalán quedarían deshilachados. No sé si el Sr. Torra ha pensado alguna
vez seriamente en su idílica independencia ni si el frente “hostil” lo situaría
en el paseo de Gracia o la mismísima plaza de San Jaime, quizá debiera de
bastarle con repasar la historia y si como ahora se asegura juega a apagar
incendios a manguerázos de gasolina tendría que tener en cuenta que el reguero podría
llegar a quemarle los pantalones.
Desde Madrid el Sr.
Sánchez monta un aquelarre queriendo sacar
de la tumba el fantasma del dictador o
lo que es lo mismo poniendo en presente años de luchas fratricidas y
holocaustos de la dictadura, unos y otros se empeñan en añadir capítulos a una
guerra que habíamos dando por terminada, sacando mortajas que fomentan la
división y estandartes de una guerra partidista que deja desamparados a los
ciudadanos que ellos dicen defender. Esta
es una guerra de perdedores, nadie quiere hacer triunfar la razón y el bien común. Mientras dure la guerra la película de
Amenábar nos devuelve al presente, teniendo como base la frase del vasco Unamuno:
venceréis pero no convenceréis, en la película no sé si se recoge la figura
de aquel obispo que estando presente guardó silencio siendo catalán y paseó
después a Franco bajo palio y catapultó su aventura denominado como
cruzada una guerra fratricida, nuestros políticos se empeñan ahora en retomar aquellos
hechos y ya puestos no estaría de más tampoco
recordar que fue este dictador y su gente quien propició la industrialización
de Cataluña y el país vasco haciendo emigrar a gran parte de la población de la
España mal llamada nacional.
Mientras dure esta guerra es el pueblo el que sigue en la trinchera pero ya no sabe
cuál es el lado bueno ni de que enemigo tiene que defenderse, el maremágnum de
banderas y consignas lo está llevando al caos, la idea de pasar a la
retaguardia es ya un pensamiento general mientras deja desguarnecidas en la
retirada las posiciones que tantos años y sacrificios costó reconquistar.
LA MEMORIA HISTÓRICA
BUSCA MUERTOS ENTRE LOS VIVOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás