martes, 19 de noviembre de 2019

LA HISTORIA A TRAVES DE UN CABALLO 6 de marzo (Parte segunda)


Nuestro hombre desapareció durante unos meses, su edad nos hizo pensar en algún contratiempo serio, durante este tiempo y sin que él lo supiera  su caballo lo ha estado esperando en un rincón de nuestro taller, cuando apareció esa mañana sus ojillos seguían igual de chispeantes, su gorrilla (la misma ) un poco mas lacia y su cuerpo siempre enjuto quizá un poquito más apergaminado, sus casi noventa años no le habían restado un ápice a su interés, su mirada siempre inquieta seguía siendo la del niño que busca su regalo de reyes por los rincones de la casa y allí estaba su caballo, desafiante, magnifico, con las crines al viento y fulgor en los ojos esperando a su dueño, se abrazó al lienzo  intentando convencerse a sí mismo  de que era para él y solo para él sin otro precio que el habernos hecho participes de aquella historia que nos contó de cuando a sus nueve años  el ejército en retirada le regaló un caballo famélico y desnutrido al que puso el nombre de Lucero por la mancha blanca que tenía en la cabeza. A Rafael el mozo de remplazo que hizo la mili en Tetuán  se le llenaron los ojos de lagrimas y en un  gesto de incredulidad quiso asegurarse de que aquello no era una broma, que aquel caballo que el tenia en sus manos podía llevárselo a casa igual que le pasó con el de su historia real en el año treinta y nueve.

El día que nos contó su historia Miguel Petronio pintaba una marina, escuchó el relato de nuestro hombre y en su interior adquirió el compromiso de satisfacer el deseo de nuestro peculiar visitante, se vio en el sentimiento de Rafael a sí mismo cuando en época militar también él tubo contacto con caballos como lucero, guardó silencio pero en su interior se prometió hacer que aquel sueño se cumpliera, sin llamar la atención ni explicarlo a nadie pintó y guardó el lienzo durante meses esperando el regreso de nuestro amigo, me consta que hizo más de un boceto pero solo cuando estuvo seguro de haber dado con el Lucero de la historia dio por buena su obra, la desaparición momentánea de Rafael añadió emoción al encuentro pero al final y fundidos en un abrazo se cerró un capítulo de nuestra guerra civil teniendo  un caballo como protagonista.

     PINTAR CON SENTIMIENTO ES PONER POESIA EN LOS COLORES

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona