sábado, 25 de enero de 2020

EL GUARDIAN DE LAS PALABRAS


No es mejor guardián el que se hace notar ni es más efectivo el controlador empalagoso y excesivamente servicial que a fuerza de recomendaciones desvía intenciones o cambia voluntades, estas circunstancias son tan ajenas a nuestro personaje que bien podría decirse que es el paradigma de humildad y el ejemplo de la discreción, reconozco no haber descubierto la calidad humana de nuestro amigo hasta que nuestra mutua afición por la lectura nos puso en contacto; a su alrededor tres mil libros perfectamente clasificados y catalogados dan cuenta de su infinita paciencia y encomiable dedicación, su perseverancia forjada a golpe de fe en la cultura le confieren la peculiaridad de notario del interés por la lectura de nuestros socios y testigo y depositario de las tendencias  que fueron motivo de lectura en muchos de nuestros hogares.

Santiago Batalla.- Que así se llama nuestro amigo nació antes de lo que su aspecto y su gran lucidez hacen parecer pues fue en el año 1927 cuando se asomó al mundo en una de las calles del llamado ensanche Barcelonés,  la peripecia de la guerra la vivió a golpe de racionamiento y no pocos sobresaltos, posteriores avatares lo trajeron a vivir al barrio de Horta donde crecieron sus dos hijas por las que siente un extraordinario cariño  e infinito orgullo. Me cuenta que la biblioteca nació con cien libros que se trajo con él  desde la antigua sede en la llamada Santas Creus, a partir de aquí el fondo bibliófilo se ha ido enriqueciendo con donaciones y aportaciones de socios y simpatizantes aunque goza también con un apartado especial de lectura para mayores donado por la caja de ahorros  en los que el tamaño de letra y sus caracteres están especialmente diseñados para compensar posibles deficiencias visuales. Me comenta los interesantísimos debates semanales que a modo de tertulia mantiene un grupo de socios sobre un libro previamente señalado del que extraen párrafos y estudian secuencias y como anécdota me cuenta que son muchas más las señoras asiduas a la biblioteca que el número de hombres pues estos no sobrepasan nunca el veinte por ciento, me recomienda un libro muy apropiado para nuestra edad El hombre de la maleta al tiempo que me confiesa que sería deseable un mayor número de lectores porque para muchos la biblioteca es una perfecta desconocida.

La charla con nuestro amigo Santi es extraordinariamente agradable, su trayectoria al frente de un comercio de sastrería para caballero ubicado en las mismísimas ramblas Barcelonesas vieron desfilar por sus probadores a importantes militares y prohombres de la política lo que le  ha permitido ser testigo directo de la historia y evolución de la vida en la ciudad Condal.  Mientras hablamos ha levantado la vista varias veces reparando en uno de los rótulos que coronan las estanterías:  

     Naci cuando me besó
     Viví mientras vivió
     Morí cuando me dejó

Es su recuerdo permanente y entrañable a Florentina la que fue su esposa y compañera hasta hace nueve años.
                                                                                                          J. Hernández

Santi murió hace unos días, pocas horas antes habíamos tenido una charleta donde comentamos mi peripecia hospitalaria, no he podido ir a su entierro mi estado anímico no me lo permitía.

Nota-La entrevista que encabeza este blog fue escrita por mí e ilustró el boletín de nuestro centro hace unos meses.


        LA VIDA SE ESCONDE EN LA ALACENA DE DE LOS RECUERDOS

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona