Fue el primer día del año cuando el sol radiante nos esperaba a la puerta del
hospital, abrigado cual esquimal bajé
los peldaños que me separaban de la calle como el Jesucristo al que retiraran
la losa que tapaba su tumba en el huerto de José de Arimatrea, él había
resucitado una vez y yo parece que estuve a su vera un par de veces pero como
las entrevistas duraron pocos segundos no puedo dar fe de que realmente me
diera tiempo a llegar a su presencia.
Las pilas que me han puesto no son recargables y digo que en
los tiempos que estamos bien podrían haberme aplicado una placa solar en la
cabeza a fin de aprovechar la fuerza foto voltaica del sol, también me queda la
duda si con esto de la crisis y la precariedad no pusieran material de segunda
mano o made in china y debido al idioma tenga algún problema a la hora de interpretar
el tiempo de mis pulsaciones, porque puede ser que en el mandarín se utilicen otras
medidas y sin querer me vea corriendo una maratón delante de mi casa y nadie
sepa cómo pararme o me venga una intermitencia con un coche eléctrico y me
quede haciendo el Tancredo en medio de la calle. Esto del marcapasos me tiene
mosca porque a falta de garantía dicen que reclame adjuntando el envoltorio y
ya me dirán ustedes como lo hago, tampoco me dicen cuantos pasos puedo dar a la hora ni tampoco si tengo que darle
cuerda, como se regula en un año
bisiesto y si andando hacia atrás se me descuenta del cuenta quilómetros.
De momento procuro gastarlo poco porque ya se sabe que las
maquinas necesitan un tiempo de rodaje y como duermo con ella le hablo bajito
para que me proporcione dulces sueños prometiéndole que mañana pasearemos los
dos juntitos, que la llevaré a correr al parque y le daré un poquito de café
para que se anime y sobre todo que de enamorarse nada no siendo que las flechas de su Cupido
traspasen mi corazón y tenga yo amores con otra máquina. Me llama gente de mi mundo “artístico” preguntando si puedo seguir cantando,
ya les he dicho que lo malo será que de un do y salga un fa o el puñetero
marcapasos se acople con el micrófono y en un momento de exaltación se funda la
pila por exceso de voltaje y tengamos que entonar un tedeum fuera de
repertorio.
Pero no se preocupen pase lo que pase se lo seguiré contando
a no ser que el certificado de garantía caduque y en el decir del tío Liborio tenga
que “mochar “ antes el portador.
MARCAPASOS: CHIVATO INFILTRADO
QUE OBLIGA A MARCAR EL PASO
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