lunes, 13 de enero de 2020

ME PUSIERON LAS PILAS


Fue el primer día del año cuando el  sol radiante nos esperaba a la puerta del hospital, abrigado cual esquimal  bajé los peldaños que me separaban de la calle como el Jesucristo al que retiraran la losa que tapaba su tumba en el huerto de José de Arimatrea, él había resucitado una vez y yo parece que estuve a su vera un par de veces pero como las entrevistas duraron pocos segundos no puedo dar fe de que realmente me diera tiempo a llegar a su presencia.

Las pilas que me han puesto no son recargables y digo que en los tiempos que estamos bien podrían haberme aplicado una placa solar en la cabeza a fin de aprovechar la fuerza foto voltaica del sol, también me queda la duda si con esto de la crisis y la precariedad no pusieran material de segunda mano o made in china y debido al idioma tenga algún problema a la hora de interpretar el tiempo de mis pulsaciones, porque  puede ser que en el mandarín se utilicen otras medidas y sin querer me vea corriendo una maratón delante de mi casa y nadie sepa cómo pararme o me venga una intermitencia con un coche eléctrico y me quede haciendo el Tancredo en medio de la calle. Esto del marcapasos me tiene mosca porque a falta de garantía dicen que reclame adjuntando el envoltorio y ya me dirán ustedes como lo hago, tampoco me dicen  cuantos pasos puedo  dar a la hora ni tampoco si tengo que darle cuerda,  como se regula en un año bisiesto y si andando hacia atrás se me descuenta del cuenta quilómetros.

De momento procuro gastarlo poco porque ya se sabe que las maquinas necesitan un tiempo de rodaje y como duermo con ella le hablo bajito para que me proporcione dulces sueños prometiéndole que mañana pasearemos los dos juntitos, que la llevaré a correr al parque y le daré un poquito de café para que se anime y sobre todo que de enamorarse nada  no siendo que las flechas de su Cupido traspasen mi corazón y tenga yo amores con otra máquina. Me llama gente de mi mundo  “artístico” preguntando si puedo seguir cantando, ya les he dicho que lo malo será que de un do y salga un fa o el puñetero marcapasos se acople con el micrófono y en un momento de exaltación se funda la pila por exceso de voltaje y tengamos que entonar un tedeum fuera de repertorio.

Pero no se preocupen pase lo que pase se lo seguiré contando a no ser que el certificado de garantía caduque y en el decir del tío Liborio tenga que “mochar “ antes el portador.

MARCAPASOS: CHIVATO INFILTRADO QUE OBLIGA A MARCAR EL PASO


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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona