Así como suena los plomos se fundieron la semana pasada, un
apagón en medio de la calle y otro en mi propia casa hicieron que esta navidad
fuera distinta a todas. Ingresado en urgencias la vida se ve de otra manera, la
facilidad con que deseas salud a los demás cuando no te ha tocado la lotería
deja de ser un tópico y darte de cara con lo que de verdad tiene importancia
elimina prejuicios y egoísmos.
Pero como aún estoy a tiempo de felicitarles las pascuas y
desearles un muy feliz año nuevo créanme que este año se lo deseo de corazón o
mejor desde este corazón mío un tanto gastado e irremediablemente
“Chaperoneado” pero que se empeña en
seguir funcionando por el cariño de los míos pero sobre todo porque no había
llegado mi hora.
Desde este modesto blog, gracias al equipo de urgencias del
hospital Vall D'Hebrón, por la
profesionalidad demostrada y su paciencia infinita conmigo y con todos los
pacientes con los que he compartido esta peripecia.
MI CONTRATO CON LA VIDA NO TENÍA CLAUSULA DE TRASPASO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás