La imagen que puede deducirse al observar la fila de personas de la mal llamada tercera edad delante de las agencias de viaje siguiendo los programas del Imserso son indignantes, hacer cola para conseguir un viaje con destino incierto y fechas al albur del tiempo y las circunstancias no parece la manera más idónea y razonable en los tiempos que corren, sabiendo que el que busca el mar puede terminar en las Bárcenas reales,quien lo haga para curar el reuma puede terminar en las húmedas tierras del norte o también personas con movilidad reducida le indilguen a la ruta de los pueblos blancos.
Señores cuidadores de la tercera edad: ¿no sería más práctico y mucho más digno enviarnos junto a la carta de admisión un bono a canjear en nuestro destino preferido? Si lo que se pretende es que los servicios y la hostelería puedan seguir facturando en invierno bastaría con hacer un descuento escalonado dependiendo en qué fechas y en qué destino queramos disfrutarlo, ser mayores no puede ser motivo para embarcarnos en esta especie de aventura o ruleta de la suerte teniendo como premio barra libre en destino desconocido, y si a mi petición le añaden una lista de hoteles especialmente adheridos a la campaña ¡miel sobre hojuelas¡
Queridos señores de las carteras de cuero, seguimos siendo parte de la sociedad, sentirnos integrados con el resto de la ciudadanía no es un regalo, los años no nos hacen tontos ni tampoco nos hace inútiles como podría deducirse siguiendo sus normas, viajar puede ser un placer pero también un trauma cuando te ves envuelto en una especie de guardería para mayores con actividades limitadas. Viajar en nuestros tiempos no estaba al alcance de cualquiera pero convengan conmigo que la España que recibimos no es la de ahora esa que les permite a ustedes viajar en avión privado o clase business cualquier época del año, fuimos nosotros con nuestro esfuerzo y sacrificio quien consolidó la democracia no es mucho pedir por tanto un trato digno en un plano de igualdad con el resto de la sociedad. Pero si esto no fuera suficiente espero que valoren las ventajas que supondrían hacer posible en nuestras circunstancias viajar junto a grupos de amigos o familiares.
LA MALETA SE COGE POR EL ASA DE LA ILUSIÓN
Tienes toda la razón . Lástima que no se publique en un periódico de tirara Nacional
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