Alguna gana tenia yo de adentrarme en las tierras del creador de la ikurriña y no fue mala la impresión que me dio el paisaje, intensamente verde, roto sólo lo imprescindible para hacer comunicaciones más rápidas. Me dicen los que entienden que la cifra de paro en el País Vasco es mucho mas baja que en el resto de España siendo Vitoria con sólo un 4% la más afortunada, consecuencia todo ello de un desarrollo muy controlado y sobre todo enormemente tradicional, su industria basada en la fabricación de maquinas-herramientas y su trabajo basado en el cooperativismo están facilitando la salida de la crisis aportando más productividad y acomodando sueldos y emolumentos para evitar despidos y medidas traumatizantes.
El Bilbao de otros tiempos ya sólo queda en el recuerdo, la ría preñada de astilleros, humo, olores y sirenas ha dado paso a la metálica silueta del Guggenheim y su entorno a modo de la Sagrada Familia Barcelonesa está siendo punto de atracción turística de innegable interés y rentabilidad para la ciudad. Para los profanos resulta más interesante el contenedor que el contenido arropado por un entorno de múltiples contrastes y no pocas obras interesantes; sorprende el edificio pero sorprende más la amplitud de espacios con giros imposibles en curvaturas de titanio.
Los tiempos del terror parecen quedar muy lejos para el ciudadano de a pié, que si bien no espera una rendición incondicional por parte de ETA entienden que la tregua actual puede ser indefinida y con ello su fin se considere cuestión de tiempo y de tiempos. Nombres de pueblos y lugares muy grabados en la retina de muchos y en el recuerdo de todos tratan de ser relegados a la condición de ambigüedad en un gesto de defensa anti tragedia que parece consigna común del pueblo llano.
El turismo se está cuidando mucho en el País Vasco, su oferta está en venderse tal como son: amantes de la naturaleza por y para la cual trabajan sin agredirla, la no proliferación de grandes urbanizaciones ha evitado destruir su entorno natural y al mismo tiempo no haber dependido del desarrollo desproporcionado e irracional inmobiliario les facilita una salida más rápida de la crisis que estamos padeciendo en España, es curiosa la expresión entre los naturales del lugar cuando hablan de salir de fin de semana lo definen como: SUBIR AL MONTE, lo que representa estar en medio de la naturaleza que les rodea poblada de especies autóctonas sin un marcado fin especulativo y cuyo suelo mantienen limpio de maleza con el pastoreo de la oveja latxa recuperada cuando estaba a punto de extinguirse que al amparo de los caseríos que diseminados por el monte hace que el número de incendios sea muy bajo manteniendo especies arbóreas con muchos años de vida.
Quede constancia la agradable camaradería del grupo de amigos reunidos para este viaje a los cuales debo el mejor recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás