El sábado ensayo general, el
domingo día veinte será el concierto, es posible que no todo salga tan perfecto
como quisiéramos pero nadie nos reprochará no haber puesto toda la ilusión y entusiasmo
hasta conseguir que una gran variedad de agrupaciones corales se unificasen para lograr este único objetivo.
La música de conocidísimas películas
ligarán durante mas de dos horas el
argumento de nuestro recital, la
variedad de idiomas harán de nuestros coros una babel canora pocas veces
conseguida; pero siendo esto importante nada lo será tanto como el espíritu de hermanamiento e ilusión compartida que los más de doscientos componentes
hemos puesto en este evento; las muchas horas de preparación y noches de ensayo
dejarán tras de sí el regusto de la superación compartida y el reconocimiento
amistoso pero simpático de nuestras carencias.
No es fácil que tantas personas se
involucren en este empeño sin más beneficio que la satisfacción personal, el
amor a la música y la necesidad de transmitir que algo en común nos une sin distinción de raza, color o idioma,
cantando nadie es distinto ninguno es relegado por edad, origen ni ideología y
arropado y arropando a los compañeros uno
desearía que el mundo tuviera la música por idioma, los arcos del violín por armamento y la
constitución fuera un pentagrama donde todo el mundo tuviera claro que la
superación personal debe tener como objetivo
la suma de esfuerzos en beneficio común.
Hay en Cataluña al igual que en
el país Vasco y la cuenca minera una gran tradición de masas corales, orfeones y agrupaciones musicales que perviven
y se fomentan de forma natural, no en vano en otro tiempo fue una forma con la
que alejar a los obreros de las tabernas fomentando así las reuniones gremiales
que amparadas por la música reivindicaban derechos sociales sirviendo en muchos casos como
espita liberadora de sus estados de ánimo y carencia de justicia social, prueba
de ello es que sin mucho esfuerzo recordamos canciones de la minería asturiana
o piezas norteñas consideradas hoy auténticos iconos del canto coral así como los
conocidísimos coros Clavé o el mismo Orfeo
Catalá ahora tan injustamente desprestigiado por causas totalmente ajenas al
motivo esencial de su fundación.
Para mis compañeros mi
agradecimiento por las horas compartidas, para los distintos directores/as mi
respeto por la paciencia derrochada tratando que alguno de nosotros al menos no
desafináramos ante la carencia de actitudes y exceso de entusiasmo y para
nuestros ediles reflejar la incongruencia de tener que poner el carro delante
de los bueyes para que creyeran en
nosotros.
ESPAÑA ES UN BUEN ORFEON LO MALO ES QUE NO ENCUENTRA QUIEN LO DIRIJA
El evento resultó un "exitazo" de público y de ilusión que todos pusimos. ¡que gozada ver tantos "cantaires" juntos unidos -como tu dices- por un hilo conductor!. La experiencia muy enriquecedora, creo que nos ha dejado un buen sabor de boca. Un abrazo. Tere.
ResponderEliminarTere: Fue una lástima que mucha gente se quedara en la calle por falta de aforo; otro año tendremos que pensar en un local mucho mayor. Un abrazo.
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