jueves, 17 de mayo de 2012

HISTORIA DE UNA NARANJA


No todo estaba en conseguir que la cascara no se partiera; mantenerla entera fue el primer objetivo pero ahora la idea de Ángela era envolver la naranja en su misma cascara hasta conseguir forrarla con su propia piel.

La puñetera fruta una vez pelada había pretendido desgajarse y aquel último fragmento era el que más complicaciones le estaba dando a la hora de retomar la forma original a pesar de haber intentado encajarlo de muy distintas maneras. El empeño en conseguirlo y la obstinación de aquel gajo de no quererse acoplar eran motivo de especial dedicación y de no conseguirlo el resto podrían descolocarse dando al traste con el empeño dejando su interés por los suelos.

No era fácil, si apretaba demasiado aquella porción de naranja parecía revelarse contra su propia cascara dejando un reguero de zumo tras de sí que tuvo que dar por perdido ante la imposibilidad de recobrarlo, si no la apretaba  tendía a deformarse haciendo más difícil su incrustamiento y si desistiera de intentarlo y dejándolo fuera el resto de los componentes se desplazarían de tal manera que nunca más podría recomponer la forma original.

Una y otra vez aquella obstinada criatura apretó y aflojó el encinchaniento sin obtener los resultados apetecidos, aquella porción de fruta parecía tener vida propia y no solo no se dejaba encabestrar sino que además parecían surgir de sus entrañas las más disparatadas combinaciones hasta hacer que su zumo tomara el agrio sabor de sus orígenes antes de ser injertado. Y en estas estaba cuando advirtió que de no darse prisa podrían contaminarse  las zonas adyacentes alterando unas composiciones que podrían hacer cambiar la estrategia destruyendo la  recomposición.

Con tantos trajines la que fue envoltura sin rendijas dejó de ser perfecta y aquella naranja que comenzó cual tonel por la precisión de sus encastes pareció aflojar los aros perdiendo por sus rendijas la esencia de la uva madre dando como resultado  oxidamiento de  su contenido.

La reunión había sido larga  el cansancio había hecho mella en aquella dama siempre irreductible y exigente y cuando a la hora de los brindis alguien se dio cuenta de su somnolencia pocos pudieron pensar que también la señora Merkel era humana y a pesar de no parecerlo se había quedado dormida con una naranja en la mano soñando que no soñaba.

EL  EURO  NO  TIENE  PATRIA  PERO   TIENE PATRICIOS  Y  PLEBEYOS

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona