miércoles, 23 de mayo de 2012

EL HOMBRE QUE FUMABA EN PATA DE LIEBRE


Cuando en el Colegio de Calatrava alguien le hizo entender que la máxima aspiración de ser humano era ser libre no podía pensar que esa libertad lo llevaría a ser notario y transmisor de una cultura oral prendida en los pliegues de la memoria de nuestros mayores  donde la pluma no tuvo acomodo y el pentagrama fue sonoro al amparo de las llares y alrededor de las trébedes.

Nada tan familiar como el ronco eco de un caldero, el batir de una sartén o el sonido limpio de un almirez para que nazca esa música que se cuela por las rendijas del nuestro sentimiento convirtiéndolo en comunión obligatoria de la sensibilidad y  peregrinaje natural al manantial de las tradiciones donde uno llega a ser parte y testigo al mismo tiempo.

El alquimista de los sonidos como a sí mismo se define no es nadie pero lo es todo, no crea pero recrea, no inventa pero se inventa, no canta pero nos canta, no dice pero nos dice, no persigue pero consigue y es que a pesar del tiempo una alborada nos emociona, un romance nos cautiva y una canción de acarreo nos trae olor de parva, costal y trigo o hace que una canción de bodega se nos meta por los entresijos del entendimiento aireando las telarañas de los recuerdos al amparo de una  panzuda tinaja.

Eusebio, Pilar y sus hijos Laura y Arturo presentarán dentro de unos días su nuevo trabajo: TINAJORIA, quieren hacerlo en Salamanca y en el teatro del Liceo, su intención como siempre  es llegar al corazón decirle a la gente que algo tan honesto y hermoso como la canción tradicional no entiende de idiomas ni fronteras, ellos hablan de la cultura con mayúsculas de la cultura del ser humano de la evolución de la vida a través de la música de su necesidad de crear cuando se carecía de todo dejando vellones del alma en cada cruce de camino y apero de labranza.

De la mano del grupo MAYALDE, nos llega además un riquísimo vocabulario relegado hoy por su condición de “charruno” que difícilmente hubiera subsistido de no mediar en ello este notario mayor de tradiciones y leyendas recogiendo el lenguaje en los pueblos directamente de sus protagonistas arrebañando el hondón de nuestra historia.

Dice Eusebio que cuando muere un abuelo muere con él un trozo de nuestra historia, seguir transmitiéndola es nuestra obligación  demostrando que la pluralidad nos asemeja y enriquece sin que existan idiomas ni fronteras. Mayalde dispone en este momento del mejor barro para esta tinajoria y todos tenemos la suerte de que en Laura y Arturo la continuidad esté asegurada. Mucha suerte.

HASTA QUE DIOS HIZO BARRO NO SUPIMOS QUE ERA DIOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona