viernes, 1 de junio de 2012

DIA DE LAS FUERZAS ARMADAS O DE LAS BATALLITAS DEL ABUELO


Hermenegildo Lopez Aguirre (*), pestañas ramplonas, rubiato, ni alto ni bajo ni gordo ni flaco abortizo se diría; cual perro sin pedigrí su mirada huidiza  lo hacía parecer más inquieto, ha sido de los  primeros en vestirse y hace rato que se pasea en perfecto orden de revista alindongado como nunca, botas relucientes, pantalón planchado a golpe de colchoneta, guantes blancos impolutos. Hoy es el día de la patrona “su patrona”.

Llegó a Matacán desde la sierra de Francia (Salamanca) su oficio zagalón y pastor trajeron hasta el cuartel a un hombre solitario y montaraz parco en palabras y poco o nada acostumbrado al bullicio, el mundo de ordenes cuarteleras y compañías masificadas lo descolocaron, estaba perdido en un laberinto que no entendía, donde imperaba la ley del más fuerte, la astucia  era moneda de cambio y un arresto se evitaba pasando desapercibido, pero este no era su caso.

Garabatear su firma era toda una aventura, escribir una carta un proceso sin fin, tampoco tuvo suerte con los  compañeros de litera; su taquilla asaltada constantemente por aquellos vampiros hicieron de el un hombre agostizo en constante estado de alerta; su condición de hombre de campo le mantuvo  muchas noches en blanco al acecho de un posible asalto o el abortamiento de una novatada, dormía vestido para no perder las últimas prendas del uniforme reglamentario las noches de angustia marcaron su carácter tan pronto irascible como sumido y acarronchado en un  desesperado huir hacia la nada.

Había mucha tristeza en su mirada cuando nos cruzamos; no me acerqué a él simplemente coincidimos tenía una carta en la mano que trataba de contestar le ofrecí el boli raquítico que llevaba en mi bolsillo tardó en decidirse, me lo devolvió al día siguiente insistí para que se lo quedara.

A partir de ese día leíamos juntos sus cartas a las que dábamos contestación sin mucha demora, se  animó y se  apuntó a los cursos de alfabetización, conseguimos un traslado de litera donde una especie de guardia pretoriana consiguió que recuperara la indumentaria perdida y con ella la seguridad y el derecho a ser respetado.

Hoy venían su madre y sus hermanas, querían verlo desfilar erguido y elegante con el uniforme azul de aviación les vi desde lejos abrazarse felices parecía el general en jefe dando explicaciones con correaje de gala y guantes blancos, por sus gesto interpreté su grado de felicidad, se sentía ascendido en su condición humana.

*Por supuesto se trata de un nombre ficiticio

MANTUVIMOS CORRESPONDENCIA DURANTE MUCHOS AÑOS
 - ERA EL EJERCITO EN BLANCO Y NEGRO-

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona