jueves, 4 de octubre de 2018

EL ÓRDAGO DEL AYATOLÁ TORRA


No, no es posible esta no es la Cataluña del seni y de la integración, a esta Cataluña le han subido las faldas y nadie parece capaz de bajárselas, el enfrentamiento dialectico ha dado paso un gravísimo enconamiento y una agresividad impensable hasta hace pocos años, el transitar por los “puntos calientes” de la ciudad es toda una aventura y el manifestar abiertamente tu opinión puede acarrearte serios disgustos, viajar en el metro con una bandera española provocó la rechifla de una parte de los viajeros mientras el resto callaba, callar es el verbo mas conjugado en estas costas, sin que nadie sea capaz de predecir hasta cuándo.

La palabra república está posicionándose ante la palabra independencia, decir república es aunar muchas indecisiones, sustituir república por  independencia  suena menos traumático incluso para muchos españoles sin connotaciones catalanas, hablar de república puede venderse fácilmente como resarcimiento, remover el poso de la historia de los Borbones con esta tierra y su caída de popularidad resulta muy rentable para reforzar la causa de la bandera estelada, remitir a la gente hasta Cuelgamuros y las razones de la reinstauración del trono no es difícil de argumentar, conseguir sacar a la momia de Franco del Valle de los Caídos será insuflar una nueva dimensión en los ánimos republicanos.

Mientras tanto el pueblo llano está en medio, nadie lo defiende ni encuentra donde cobijarse, el amor a la patria empieza por preguntarse ¿a qué patria? nuestros hijos están divididos, nuestros vecinos se identifican entre los del lazo amarillo y los que no, nuestros nietos hablan castellano y catalán indistintamente sin ningún trauma, lo de las banderas les interesa un comino y lo que les asusta es que la gente se enfrente en la calle.

Cataluña tiene miedo, ir con la cara tapada a una manifestación que se dice pacifica auspiciada por el presidente Torra deja muy claro la nula intención de atemperar los ánimos, ver recular a los mozos de escuadra hasta encastillarse dentro del parlamento catalán nos remite a las escenas del asalto a la Bastilla francesa, mientras tanto la gente parece obviar  que las bajas de cualquier sublevación  las pone siempre el pueblo,  que las soflamas de quien los dirige son gratuitas pero pueden resultar muy caras y vienen siempre de quien tiene dispuesto el pasaporte en el bolsillo. El ultimátum de Torra al gobierno de Sánchez hace patente la grieta insondable en el propio seno de la coalición independentista resquebrajando  los criterios de su unificación. Las próximas fechas serán determinantes mientras la ciudadanía intranquila  se pregunta quien defiende sus intereses cotidianos.

    BANDERA ES LA CARPA QUE TAPA EL CIRCO DE LA INOPERANCIA
                                                                                         

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona