He recuperado mi vieja carpeta aquella que me acompañó en el tiempo en que con nuestra rondalla aligeramos nostalgias y celebrábamos pequeños conciertos para paisanos mayores y amigos incondicionales, fue la historia y el encuentro con mi amigo Vitorino la que me puso en la tarea, querer hacerle pasar un buen momento en este tramo de su vida me hizo rememorar y organizar en mi cabeza algo serio y entretenido para pasar una velada con sus amigos entre camillas, muletas, sillas de ruedas y personal sanitario, pero no será posible, mi buen amigo sigue sintiendo y siguiendo las cancioncillas de nuestra tierra pero desgraciadamente ya no le será posible explayarse en la terraza como habíamos convenido.
Pero este encuentro ha tenido para mí un antes y un después, con la carpeta en la mano han llegado también los recuerdos, me he visto al otro lado del escenario donde hacer disfrutar a los mayores era nuestra misión y nosotros desde la tarima improvisada o un pequeño teatro notábamos el brillo de una lágrima retenida en el intermitente de un parpadeo mientras un murmullo de gargantas gastadas por los años y el tabaco nos mecían envolviéndonos en un reconfortante eco improvisado. Ahora el eco debería ser yo paro no encuentro para mí la rondalla que haga fluir la lágrima de la nostalgia ni escuchar el cancionero de toda la vida que hable de campos resecos, terrones, azadas, molineros y barbechos con fondo de cascabeles y traqueteo de carro en labores de acarreo.
Con estos trajines andaba batallando y con este runrún he sorprendido a más de un paisano, pero la gran paradoja es el interés despertado por gente nacida en tierras de Perú y Colombia que no han dudado en identificarse con nuestro folclore e incluso han sentido la necesidad de integrarse en una fusión cuando menos voluntariosa, mi garganta no está ya para muchos trotes pero la idea de hacer revivir nuestro cancionero me lleva al compromiso de intentar transvasar mi experiencia, ahora la aventura será recuperar las viejas cintas que con el nombre de LA CAÑADA gravamos en su día, sentir que todo renace te hace sentir vivo, lograrlo ya será otra cosa.
LA TRADICIÓN CANTADA FUE ESCUELA DEL ANALFABETISMO
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