He hablado con el Tío Liborio, está feliz en el campo ahora
me dice que ha puesto un termómetro para medir mentecatos, en la entrada de su
finca a fijado un cartel donde se dice que “Bende Bino”, a partir
de ahí espera a los que quieren mofase de él y de su incultura mientras los acompaña en el recorrido por su finca, allí las alabanzas se producen gratuitamente; las magníficas hortalizas, sus hermosos pollos
de corral, los lustrosos lechones y
corderos y hasta el indolente cencerreo de las vacas tiene su punto admiración,
el recorrido termina casi siempre en la
bodega y allí libreta en mano y colacha de lápiz por todo progreso se
hacen cuentas.
Entre jarro y jarro el vino de pitarra hace su efecto, los
números se descuadran, la arrogancia quiere imponerse a la sobriedad, el
regateo se denigra y la cultura comienza a medirse por el nivel social y
económico, ahí el Tío Liborio invierte los papeles ya no quiere cobrar por los
productos de su cosecha, solo por el tiempo empleado en explicarles paso a paso
el funcionamiento de su explotación, eso sí al precio que ellos cobran en sus trabajos, la cifra parece
desorbitada, los mas se llevan las manos a la cabeza argumentando los años de
carrera para llegar a ejercer, el Tío Liborio les enseña sus manos, su carrera
empezó cuando él aún era un niño, ponen por medio sus títulos y diplomas, el
les pregunta si con eso saben hacer vino, pueden saber cuál es el tiempo ideal
para la sementera, como se adereza un cuartón, o se salva una
baca garranchada con remedios caseros, hay
quien extrapola su empecinamiento haciendo referencia a la desertización del medio rural, el les propone sacar los
colegios de las ciudades y llevarlos al campo, le invitan a invertir más en
tecnificación para aumentar la producción, el propone aumentar los puestos de
trabajo, el Tío Liborio al fin les
presenta una hoja en blanco donde pide que le paguen lo que estimen oportuno,
llegado a este punto dejan de regatear achacando al vino el dislate de sus
divagaciones y … mirando de soslayo el cartelón de la entrada, admiten que entraron
en su finca como Sanchos y salen como Quijotes.
Tocamos también el tema y celebración del día de la mujer, se ríe pues según él debería ser al revés, es el hombre el que tendría
que aspirar a ponerse a la altura de la mujer, mi amigo considera que es la
mujer la que está más preparada de cara al futuro, es ella la que está más
capacitada, es la mejor empresaria del mundo, nadie discute mejor que ella las
propiedades de sus hortalizas y el
rendimiento de sus gallinas, ni sabe sacar partido a tanto con tan tampoco, ni
es capaz de hacer balances sin necesidad de calculadora. ¡Claro que hablo de las mujeres de mi tiempo!
ahora con tanto querer parecerse a los hombres han perdido liderazgo, les
hubiera bastado con ser conscientes de su condición para desacelerar un proceso
que nos lleva al caos. El mundo gira al revés me dice; la gente está loca por
ir a vivir a las ciudades para después tener vacaciones y poder salir al campo,
quieren aparatos modernos para comunicarse pero no se comunican porque están
pendientes de esos aparatos, quieren vehículos que no contaminen pero aplastan
la tierra con cemento, quieren ahorrar pero no reciclan, se gastan un dineral
en salud pero comen basura contaminada por pesticidas, se lamentan de los
incendios pero abandonan el bosque, quieren cambiar el clima pero no dejan que la
tierra respire construyendo sobre
ella desaforadamente, tienen
meteorología vía satélite pero no saben predecir el tiempo por el vuelo de los
vencejos , ni ven venir la tormenta al agostarse la hierba, ni escuchar el
ronco tañer de las campanas anunciando pedrisco, quieren saber más viajando a
la luna pero han dejado de leer a la naturaleza.
Siempre que hablo con el Tío Liborio me deja trastocado, ya
no sé dónde está el progreso, el termina por decirme que si los millones de
mujeres que se ha manifestado en el mundo tutelara a una de las mujeres del mal
llamado tercer mundo el futuro cambiaría radicalmente, y para más inri me
asegura que si mirásemos las etiquetas de los pañuelos y camisetas que este día han exhibido en la
calle pidiendo derechos y libertades, veríamos que lo hacen con el marchamo de la
esclavitud de otras mujeres de India, China o Paquistán.
LA PALABRA LIBERTAD NO TIENE GENERO PERO AÚN
TIENE ACENTO
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