Ando como sapo en charca ajena abro la boca y nada la llena, esto de estar con los dientes en la despensa tiene la ventaja de poder hablar con ellos y hacerles ver que no son ahijados del ratoncito Pérez porque son adoptados y que haber venido todos juntos tienen la ventaja de poder protegerse unos a otros y que procuren no perderse porque cuando yo los pueda echar de menos les será imposible regresar al hogar. También les he explicado que no fue fácil encontrar la clínica para recibirlos porque los presupuestos eran tan dispares que ya no sabía si pagabas la publicidad o caías en manos de un aficionado, al final vinieron al mundo en una clínica cercana donde me atendieron desde las primeras contracciones hasta el parto final, el precio para que no os sintáis mal no os lo digo pero siendo mucho os aseguro que fue menos del cincuenta por ciento de lo que me pedían en otras clínicas más conocidas.
En la seguridad social me recetaron AMCHAFIBRIM para prevenir
las hemorragias aún sabiendo que
sería imposible conseguirla, he tenido que recurrir al mercado negro para
hacerme con un par de ampollas que en su momento tuve que aplicarme, de esto que
es a todas luces incomprensible no he conseguido que algún responsable de la
sanidad me dé una explicación como tampoco al hecho de que siendo tú una
prótesis tan necesaria como otras no sea costeada por la seguridad social y además
que en un trabajo tan preciso no exista una tarifa oficial para evitar desmanes
e incluso poder exigir que sea el titular del establecimiento quien te atienda
y no un ayudante del que no sabes si es o no competente en la operación.
Debo admitir que os he adoptado porque no he tenido más
remedio y que de momento como todo recién nacido no encuentro la manera de
acomodaros y aunque me han dicho que es cuestión de paciencia noto que hacéis
que cambie mi voz y ya no digo la nueva estética que me habéis proporcionado donde
la falta de adaptación convierten la mueca en un rictus estático de persona
embobada. Sois de condición dura e impasibles al sabor, una condición que me
desasosiega pues ya sabéis que esta casa la gobierna mi mujer que entre otras
virtudes tiene la de ser una buena cocinera y ahora en sus desvelos por
reponerme me transfiere la comida de cada día a la versión puré y aquí sí que
he perdido con vosotros calidad de vida y no es que ella no se esfuerce es que
sois tan indolentes que lo mismo os da un plato de lentejas o un sofisticado
asado de carne, menos mal que los matices finales los consigo en el paladar y
ahí vosotros no tenéis arte ni parte. No os he explicado que el parto fue un
poco duro y con hemorragia pero eso queda para otra charla y eso si amados míos
no os perdono que en vuestra emoción lleguéis a morderme las mejillas en cuanto
me descuido
EL DIENTE ES EL DIQUE
DONDE LA SONRISA DA PASO A LA CARCAJADA
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