RESULTA QUE D. BOSCO FUE VECINO MIO

Yo vivo en el barrio de Horta en Barcelona, mis encontronazos con los libros en Salamanca habían sido en los Salesianos; primero en San Benito y luego en Pizarrales, por lo tanto la figura de San Juan Bosco y María Auxiliadora me resultaban muy cercanas. Una vez aquí todo esto quedó muy diluido en el pasado y entregado como estaba por abrirme un hueco para ganarme el pan puede pensarse lo poco que me preocupó la devoción de mis años de mal estudiante.

Con el tiempo vine a vivir a este barrio de Barcelona llamado Horta y como uno es de por sí curioso y un poco entrometido en mis paseos mañaneros más de una vez me llego hasta una hermosa finca, llamada Martí-Codolar, donde puedo recrear la visita de D. Bosco a Barcelona y en la que trato de imaginarme su estancia y las circunstancias que se han tenido que dar para que yo haya coincidido aquí.

Una placa me dice que allí estuvo D. Bosco en su visita a Barcelona en el mes de Mayo de l886, también puedo enterarme de que esta hermosa finca cuyos amplísimos terrenos llegaban hasta la mismísima falda del Tibidabo mantuvo una colección de animales exóticos que dieron origen a lo que luego seria el embrión del zoo de Barcelona y explotada en su día como latifundio agrícola y explotación avícola. Fue donada a D. Bosco por la familia Marti-Codolar.

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En aquel viaje D. Bosco también consiguió la donación de los terrenos del Tibidabo donde luego se construyó el templo expiatorio al Sagrado Corazón, y en que todos pusimos nuestra piedra convertida en cromos para pegar sobre el mural que cada clase tenía en la pared y en pugna con las demás para competir por llegar a la cumbre.

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Y aquí estoy yo metido sin pretenderlo repasando fotos que hicieron a D. Bosco en los jardines de esta finca; he identificando en alguna de ellas fragmentos que de los originales tantas veces vemos en las estampas Salesianas conocidas por todos.

Nos dice el pie de foto que San Juan Bosco tenía 72 años, la foto fue hecha por uno de los hijos de la familia, del hermoso cedro que aparece detrás del grupo quedan algunos fragmentos que ahora adornan el zaguán de entrada.

Poco podía imaginarme yo que con el correr del tiempo viniera a residir al mismo barrio por el que pasó nuestro fundador y mucho menos que pudiera recrear los mismos rincones que él pudo ver, y como no poder discutir con algún interlocutor ocasional los fundamentos y la historia de la familia Salesiana.

En este barrio no hay que decir que la devoción a María Auxiliadora es patente pues no en vano los colegios Salesianos y escuelas profesionales de la zona son un eje importantísimo en la educación vecinal que hasta no hace mucho celebraba la procesión el 24 de Mayo, día de la festividad de la Virgen.

Hoy mi escrito no tiene más pretensión que recordar a los que fuimos educados bajo su advocación y felicitar a los que tanto empeño pusieron en nosotros. Quiero suponer que unos mas y otros menos en un rinconcito tenemos esa imagen que ahora os envío.

Felicidades.