DE LA CECA A LA MECA

Pues ando estos días con cierto desasosiego y es que uno metido como está en tantos circos cuando estos deciden hacer su gala de navidad no da abasto a tanto acontecer y lo que parecía un remanso de paz se convierte en la agenda de los hermanos Marx en  tiempos de su camarote.

Pocas cosas tan agradables como reunirte con amigos en un final de curso, ni tan sosegado como observar analizar y valorar los resultados sin necesidad de que nadie te exija y tan gratificante como sentir que sigues vivo  que  eres útil y además sigues teniendo inquietudes.

Lamentablemente los jubilados comenzamos a ser una casta envidiada, la cuantía media de una pensión que hasta ahora se antojaba como de subsistencia es ahora la aspiración en cualquier puesto de trabajo, ser mileurista ha dejado de ser el límite de la precariedad para pasar a ser medida generacional, los ingresos del abuelo ya no son los de petaca y carajillo  la pensión  del abuelo es pilar de  subsistencia de muchas familias y el rincón de los milagros de muchas angustias.

Hay un poso de amargura en nuestros encuentros; el no ver con claridad el futuro de nuestros hijos crea tensión y desasosiego la idea de que nuestro sacrificio no ha obtenido los resultados apetecidos nos hace sentir fracasados en nuestra misión y en muchos casos seguir cuidando de los nietos es una forma de auto sacrificio expiatorio para que nuestros hijos al estar más libres nos  perdonen una culpa inmerecida.

Hoy participamos en un recital de villancicos cantar es  para muchos la mejor terapia para alejar las malas sensaciones para todos el momento de reunirse con amigos a través de una afición común y si  conseguimos  que estas sensaciones la lleguen al publico la música habrá sido el bálsamo momentáneo que calme las angustias,  los sinsabores y las malas vibraciones.

El tan discutido ministro de educación debería valorar los recortes propuestos porque nunca tan poco ha valido tanto ni nunca tanto ha sido valorado por tan poco. Cuando varias generaciones se reúnen para cantar se está consiguiendo transmitir experiencia, unificar actitudes y con ello un  entendimiento indiscutible donde los idiomas lejos de ser una barrera  son vehículo integrador motivo de superación y orgullo sin menoscabo de nada.

CANTAR ES EL UNICO VERBO QUE NO DEBERIA TENER  PRETERITO