LAS CARTAS BOCA ARRIBA

Aquí ya no jugamos de farol, las cartas se pusieron boca arriba  con todas las garantías sin trampas ni tahúres, a partir de aquí Cataluña ya antes teóricamente dividida lo está oficialmente refrendada tras el resultado de las últimas votaciones, no hay trampa ni cartón el independentismo republicano  toma las riendas de este pedazo de España, la experiencia es cuando menos de expectación, en contra partida la nueva derecha intentará  dar la réplica mientras el resto de partidos quedan en el lado oscuro de la autonomía. La calle está tranquila, ni algarabías ni celebraciones han hecho acto de presencia, quizá sorprendidos todos por resultados tan drásticos tratamos de asimilar la nueva situación, admitir opiniones contrarias será un ejercicio de democracia, Cataluña una vez más se pone a tirar del carro  inventándose un nuevo destino, si sale bien España seguirá su rodera, si no sale bien “los catalanes” quedarán defenestrados de por vida. Mientras tanto Europa  que sigue expectante este envite pone también sus cartas sobre la mesa advirtiendo de antemano que no admitirá en su seno una Cataluña independiente, a su vez el resto del mundo observa sorprendido este juego del ratón y el gato en un tablero tan reducido que la posibilidad de que alguno de los dados salga de sus límites preocupa e ilusiona a partes iguales a más de un estado hegemónico con sectores nacionalistas.

Mientras tanto el P.P. lame sus heridas, su estandarte en Cataluña hace tiempo que pasea descolorido buscando el rumbo, su falta dialéctica no engancha,  su altura de miras parece más dirigida a un horizonte teórico que a terreno de proximidad donde la vitola naranja de Ciudadanos ha plantado sus reales segando la hierba a sus pies, tanto que ni el propio partido de Rivera acaba de creérselo, su adalid en Cataluña ha enganchado sustrayendo votos al sector joven de un P.P. en caída libre que ahora tiene en sus manos la patata caliente que desencadenó el 155

ESPAÑA  NECESITA  PUENTES PERO NO ENCUENTRA SUS CIMIENTOS