Saltaba el sapo
Corría la Nona
Brincaba sin caso
Con giros de broma
El sapo en la charca solo dormía
la Nona en su casa poco más hacía
y saliendo el sol, volvía la alegría
y juntos jugando pasaban el día.
Mas el maldito zorro, que nunca reía
viéndolos felices; entró en compañía
y al cabo de poco, entrando en porfía
al reflejo del charco urdió lo que haría
Hizo ver al sapo; su verde camisa
sus ojos de búho, sus patas de risa
su bocaza enorme, sin dientes y lisa
y panzuda tripa cual tragón de misa
A la Nona: su porte, su pelo suave
su cola tan breve y erguida cual sable
su morro negrito; su genio indomable
orejas muy tiesas, sus ojos vivaces……..
¿Cómo estaban juntos siendo tan dispares?
Se miraron perplejos, y casi dando hachares.
Mi raza es más grande. Tú del fango sales
Y así creó el zorro las desigualdades
Hasta que un buen día, de Mayo sería
cayó una tormenta, tras la gran sequía
arrastró matojos, ganado y masía
y la pobre Nona también sucumbía
Pateando entre el fango; socorro pedía
y rotas sus fuerzas, pensó que moría
cuando entre el lodo: un sapo salía
llegó dando saltos luchando a porfía
Y con su bocaza de dientes vacía
aguantó a la Nona hasta ser de día
dejándola luego, cuando ya dormía
en unos matojos, con triste alegría
Despertó la Nona maldiciendo el día
que al creerse reina, de nada, de un día
despreció al amigo que tanto quería
por raza, color, por...nada, por el que dirían
Dicen los libros; que llegado el día
los zorros del mundo aúllan a porfía
queriendo ser perros al menos un día
y contar con amigos, que dieran su vida.
J. Hernández
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