Duro oficio sin quererlo
Ser justicia en gente obrera
Que el amo si es importante
Tiene despacho y estrellas
Mil dilemas se le juntan
Mil asuntos, mil problemas
Ninguno los hacen suyos
No pensar, ése es el lema
Los mandos atosigando
Si el pueblo monta pelea
Dos números pasan rondando
Por casas y rastrojeras
A un paisano van buscando
Lo llaman el Poca Pena
No saben bien lo que hizo
Pero el mando así lo ordena.
Lo encuentran en un aprisco.
Al punto fue la pelea.
El paisano su navaja
El guardia: el fusil que lleva
Se cruza fuego y carraca
Rodaron ambos por tierra
Al guardia el pecho le raja
El sujeto..... de rojo tiñe la tierra.
Para el guardia una medalla
De latón, pobre remedio
Para una viuda callada
Que a dos niños da consuelo
Al paisano, aquel canalla
¡Nadie lo entierre en el pueblo!
El pueblo lo acata y calla
El pueblo no tiene duelo
Muertes que el pueblo se achanta
Dos cuerpos y un mismo suelo
El de la misma pobreza
Con uniforme o sin ello. Transcurre 194......
Está por escribir la vida dentro de los cuarteles de la guardia civil de la posguerra, la de aquellas familias obligadas a vivir dentro de lo que llamaban Casa cuartel sujetas a los vaivenes y la suerte del padre que muchas veces salía de correría durante una semana sin mas protección que su capote ni más ayuda que la de su compañero de pareja y unas latas de sardinas por toda colación.
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