El carro del señor Prudencio

La mula mal herida trataba de desasirse de la cincha que la unía al carro mientras este se mantenía en un precario equilibrio aguantando  por la fortaleza de sus herrajes y por una de las varas que incrustada en el desnivel había frenado la caída haciendo volcar el sojao,  rescatados que fueron del gran terraplén y viendo que una de sus ruedas estaba fuera de sitio por haber tronchado la maza y varios radios partidos a la altura de las pinas, sujetaron lo que quedaba del carro apuntalándolo con pértigas improvisadas ya que el tente y los mozos habían saltado hechos pedazos al caer por el talud que terminaba en las vías del tren, el  resultando fue un esperpento coronado por las cinchas y collerones que colgaban de la única vara que del maltrecho carro se había salvado y allí cual restos de ahorcado o despojos y vendos de los de Monleón se mantuvieron anclados en medio de la calle durante varios días cual desarbolado velero después de una tormenta.

El carro nunca más fue el mismo, la rueda repuesta nunca encajó  en un conjunto  ya precario por su antigüedad y al pobre señor Prudencio se le achacaron todas las desgracias por no descinchar la mula a tiempo antes de  la llegada del tren, dejó la trajinería pasando a ser el vecino callado y taciturno que asumida la culpa y fue incapaz de retomar ninguna otra actividad.

Recordaba esta historia a propósito la agresión al líder de Ezquerra Sr. Navarro y sobre todo de las últimas declaraciones del Sr. Duran sobre la independencia de Cataluña cuando argumenta que una tercera vía es posible pero no aporta el guarda agujas que evite la colisión. El carro está en medio de la vía; el encontronazo parece inminente y si nadie pone freno los destrozos sobre todo en el carro serán importantes y los beneficios tan escasos que solo  “los chatarreros” profesionales  de la industria política esperaran para hacer negocio con el despojo.

MOLINERO DE MAQUILA DE MI PAN SACA LA MIGA

SI MAQUILEROS SON DOS SACAN MIGA Y MIGAJÓN