jueves, 26 de junio de 2014

CAN BATLLÓ (Del diario de una guerrillera)

Con los amigos de Can Batlló es imposible sentirte sola con ellos te sientes arropada reforzando tu autoestima y las ganas de seguir en la lucha, nosotros fuimos (Can Vias) su referente en la lucha por conseguir que el ayuntamiento les cediera las naves de la antigua fábrica textil Can Batlló de la que conservan el nombre  y que en un principio se pensaba derruir para destinar el espacio a zona verde. Ahora hará tres años de aquella aventura y ya son más de cuatrocientos vecinos los que de una u otra manera están implicados en este proyecto  auto gestionado del que se sienten protagonistas y del que ahora celebran su tercer aniversario.

Distintos talleres se encuadran alrededor de una biblioteca de más de 15.000 volúmenes así como salas polivalentes y de ensayo donde entre otros  grupos los hay de teatro, circo,  cine, carpintería y cerrajería y  un sinfín de especialistas que se esfuerzan con su trabajo en ser autosuficientes hasta conseguir la rehabilitación de todo el complejo sin olvidar los  huertos,  jardines y taller de reparaciones que también tienen su rincón y ahora como proyecto están embarcados en la aventura de  rehabilitar como viviendas sociales la primera planta de una de las naves.

El mundo asociativo al margen del sistema no parece interesar a nuestros políticos  infravalorando nuestra  dinámica y negando su realidad mientras tratan de encuadrarnos como marginados impenitentes  sin más aspiraciones que vivir de prestado sin aportar nada a la sociedad, cuando en la práctica estamos demostrando que no necesitamos sus poltronas para ser suficientes y eficaces anticipándonos a lo que ellos pomposamente llaman proyectos de futuro y nosotros solamente definimos autogestión vecinal.

La charla alrededor de la taza de té a la que gustosamente nos han invitado en pequeño bar de la institución deriva hacia otros colectivos auto gestionados que estando en el medio rural van venciendo grandes dificultados como son el autoabastecimiento,  la climatología muchas veces adversa y sobre todo la recuperación y restauración de las antiguas construcciones muchas veces expoliadas y casi siempre víctimas  de la desidia y el abandono cuando no arrasadas para facilitar una reforestación desmesurada al servicio de grandes explotaciones madereras, los nombres de Aineto, Artosilla, Ibor se mencionan siempre como núcleos de población dispersos en el pirineo aragonés ahora también auto gestionados y salvados in extremis de su desaparición pero valorando también el esfuerzo titánico que representa para sus moradores reconstruir con sistemas ancestrales a base de losa y pizarra  hasta  conseguir la armonía paisajística con el entorno natural que el pueblo debió tener según la documentación de la época.
¿Porque entonces tanta algarada enviando grúas y fuerzas antidisturbios a nuestra sede de Can Vias? ¿Quién tiene interés en desprestigiarnos haciéndonos pasar por vándalos incorregibles? ¿A quién beneficia nuestra desaparición?

Querido paisano agradezco tu confianza al dejarme utilizar las páginas de tu blog para hacernos oír, espero seguir contando con tu colaboración.

                                                                                           La Emilia.

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona