sábado, 14 de mayo de 2022

BAJO EL ARCO IRIS

Arqueando su brazo el camina

y a la vera lo hace su mujer

encontrando  en su pulcra gabardina

asidero por instinto, sin querer.

 

Transitan bajo el ala del destino 

intentando  encajar y componer

ese cuerpo hecho ahora peregrino

de la senda sin retorno del ayer.

 

El espejo del tiempo los deforma

cóncavo es ahora, inclinado, solo piel,

pues…atacó  sus huesos la carcoma

y son sus ojos una sombra con  dosel.

 

Son dos juncos mecidos por el viento

tremolados por el soplo de vejez,

es suelo lo que fuera firmamento

pisando quedo,  con tensada rigidez.

  

Hermanada su pisada ahora impar 

la sombra les precede dando quiebros

intentando él asir su bienestar

sin forzar el abrazo de sus miembros.

 

No quiere dejar que ella lo sienta

no querría le viera mendigar

una pócima que pusiera a ella buena

y aún el alma él tuviera que embargar.

 

En su mente aún vive su retrato

el que hace que no pueda olvidar

que lleva al brazo la dama de sus sueños

la del beso robado que un día pudo dar.

                                     J. Hernández

 

Nota: he perdido el rastro de esta parejita asidua a nuestro casal antes de la pandemia, desconocemos  su estado actual.  ¿Los reconoces?


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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona