miércoles, 19 de octubre de 2022

LENTEJAS DE LA ARMUÑA

Mi Hermana desde Salamanca debió intuirme famélico y esmirriado  después de mi último episodio hospitalario, esta recia moza castellana no se anduvo con remilgos, se fue a tierras de la Armuña y allí chamarileó con el amo del terruño a fin de conseguir la esencia pura de lo que ella consideraba el mejor reconstituyente para un hermano tan endeble como yo; que lejos de su tierra debía de estar oliendo olla sin tocar caldo.

Nada de esto supe hasta que mi candorosa vecina se presentó con un fardo al cuadril sin forma concreta ni armazón que lo sustentara, la buena mujer vino a decir que en acto de  buena  voluntad atendió el ruego de la cartera del barrio cuando pidió encarecidamente librarla de un lastre que superaba sus fuerzas y había descangallado las ruedas del carrito carteril, que con aquel fardo mas costal que fardel pareciera ella venir de comprar para familia numerosa que repartidora de cartas a domicilio.

Vistas así las cosas recibimos aquel  envoltorio, tanteamos, y escudriñamos tratando de adivinar sin conseguir el qué ni el porqué,  y ya artos de hacer conjeturas decidimos despejar la duda rasgando la vestimenta del desconocido: Un saco de hermosas lentejas de la Armuña, un saco con mil rosarios de hierro puro de una lenteja pardina recogida y estitada a golpe de yema en el mismo terruño al amparo de la ermita del Cristo. Una risa nerviosa entre sorprendida y emocionada se apoderó de mi cuando me imaginé la aventura del inusual regalo dando tumbos de oficina en oficina y de mostrador en mostrador, imaginar al oficial de la ventanilla que viera de franquear aquel costal entre delicadas  cartas, giros y reembolsos y la insistencia de  mi hermana de que el “paquetito” debería llegar cuanto antes hasta su desnutrido hermano y nada de retirar en oficina su hermano no estaba para tanto esfuerzo. La imagen de ella misma recorriendo Salamanca con semejante lastre y su empeño en reponerme a golpe de lenteja armuñesa han debido dejar tras de sí un reguero de clientes fisioterapeuticos  que a buen seguro estarán acordándose de mi familia durante largo tiempo.

 


Ahora tengo un problema: con tanta lenteja a la vista debo ponerme  como bombero en calendario, pero mi duda  es que como me anduvieron tocándome en el desagüe  y la  lenteja armuñesa salga con resoplido la flauta suene a trombón y se vea uno comprometido y salga un solo sin orquesta dando pie a los aplausos a una sola mano, pero siempre tendré  la excusa de que el producto está en garantía y en caso  de reclamación que se dirijan a la denominación de origen.

 No sé que pretende esta hermana mía pero fuera lo que fuera la verdad en que de aquí en adelante no faltarán las lentejas en esta casa y estoy seguro que la próxima analítica el hierro estará por las nubes,  cuando me pregunten qué ha pasado mi respuesta ha de ser contundente: la lenteja de la Armuña y sobre todo el empeño de mi hermana por sacarme adelante.

A LA LENTEJA, ROSARIO, CAMILLA Y ESCAPULARIO

 

1 comentario:

  1. La lenteja de la Armuña es la calidad denominada "Rubia" nunca "Pardiña" a la que yo me refería en mi escrito. La denominación de origen me ha llamado al orden y así quiero aclararlo. Pido perdón a mis paisanos y sobre todo agradecerles que sigan cultivando esta hermosa lenteja rubia cuyo contenido en hierro es muy superior a las demás. Gracias.

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona