sábado, 15 de abril de 2023

NIÑOS AL PESO

Estos días estamos viviendo mercadeo de niño, la mórbida historia que hay detrás de este camanduleo donde todo se vende y el mundo compra es cuando menos escatológica, lo triste es que hay millones de moscas que participan en este boñigar diarreico con aroma a billete de banco y perfume de bebe, a este paso  el mercado de preservativo usado cotizará en bolsa, concebir un niño post morten de un famoso o adinerado podrá ser tan fácil como conseguir su espermatozoide a cualquier precio y manipularlo en el laboratorio donde la caducidad y destino de esta esencia será cuando menos cuestionable.

El niño espectáculo ha nacido, su destino está programado, sus primeras caquitas, su primer dientecito o sus primeros pasos serán portada a lo largo de los años, cabe preguntarse quién ha pedido permiso a este personajillo para ser nacido y si hubiera  seguido su proceso si hubiera presentado alguna anomalía o malformación, siguiendo este método a partir de ahora podrán fabricarse niños a la carta, niños  para el ejercito, esclavos para grandes multinacionales o porqué no; como bancos para donación  de órganos.



Los caprichos de la alta burguesía hasta ahora estaba en tener un perrito con pedigrí, morritos como butifarras, pechos como sandias o todo lo más un barquito  con nombre de sirena, pero nunca hasta ahora alguien se había permitido exhibir y exhibirse  vendiendo  una criatura en el escaparate mediático cobrando a tanto el kilo de pierna de niño, lo más sangrante es que por este fielato de pasarela fotográfica participe boquiabierta la sociedad en general pagando tasa por conocer los entresijos de este acontecimiento contra natura.

 

             LAS CAMPANADAS DE NOCHEVIEJA YA TIENEN BADAJO

 

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona