ENCARNACIÓN CAÑERO

Para todos Encarna es el santo y seña de nuestro taller de pintura, ella suele pintar con acrílico pero diríase que por su minuciosidad más que pintar pareciera que borda con los pinceles, físicamente es más bien menuda pero hemos de admitir que llena la clase con sus ganas de vivir y sobre todo con sus continuos paseos entre las mesas intentando ser asesorada, aunque bien sabemos que la decisión última es siempre suya y suyos son los últimos retoques que mejoran su obra o da la última pincelada con la que da por zanjada cualquier diatriba.

Encarna nació en Sevilla, dice que en el año 27 y aquí todos manejamos dedos propios y extraños para llegar a la conclusión de que este espíritu inquieto que nos acompaña tiene ya 96/97 años y aquí amigos míos tenemos  que admitir  que aunque su andadura no ha sido fácil firmaríamos todos por tener su vitalidad y mantener esa ilusión por la que sale de casa cada día para integrarse en infinidad de actividades.

Según ella en nuestro taller encuentra amigos, compañía y sobre todo una actividad que relaja, agudiza el ingenio y ejercita con constancia hasta conseguir enmarcar la pintura que en principio parecía inalcanzable. Sus consejos para llegar a su edad son fáciles: no recluirse en casa, intentar integrarse en grupos afines y sobre todo mantener en actividad cuerpo y mente para desterrar pensamientos negativos y en estas estamos cuando sale corriendo por que  la esperan en el taller de taichí.

Encarna no es consciente de lo que supone para nosotros tenerla cerca, ella en su humildad no se da cuenta de que es todo un ejemplo de dinamismo y ganas de vivir, para ella tan solo es Encarna la compañera a la que le gusta sentarse siempre en el mismo sitio y la que se preocupa si alguno llega tarde o simplemente mandó un mensaje diciendo que está constipado, en este caso Encarna indaga hasta la extenuación hasta saber que todo terminó bien. (Darle un beso es ponerle una medalla)

ENCARNA DEBERIA TENER POR APELLIDOS, ALEGRIA, DINAMISMO  E ILUSIÓN.