TENER UN HIJO, PLANTAR UN ARBOL Y ESCRIBIR UN LIBRO

He cumplido con creces los dos primeros preceptos ahora solo me queda cumplir con el último y es aquí donde una vez más se apodera de mi la pereza o más bien la falta de estímulos. Tengo material poético suficiente como para rellenar los días de un calendario pero según me indican tendría que fraccionarlo por temas con el fin de que no resultara un volumen demasiado extenso o también me dicen hacerlo por épocas o por orden alfabético unificando tamaño de letra y en su caso en una o dos columnas según el tema, también me aconsejan acompañar con un pequeño apéndice cada composición para situar el relato  en el contexto en que se narra y es en esta encrucijada donde no encuentro la vereda que me lleve a hincarle el diente a este muro de piedra seca que más bien se me antoja muralla china.

Hay quien me dice que me dedique a ello este verano, pero claro yo para este verano ya tengo previsto mil quehaceres en el Chaparral aparte decambiar de aires por unos días, también quiero hacer un hueco para trabajar con la cerámica y si viene al caso pintar después de romancear entre las macetas de mi esposa (que no se si les dije suman allá por doscientas especies). La verdad es que me da una pereza enorme meter mis poemas en la encuadernadora o dejarlas en manos de una editorial, lo único que tengo claro es el título: POETA DE BARBECHO,  en la portada figuraría el encuadre de la plaza mayor de Salamanca que ya utilizo en la cabecera de mi blog y como contraportada una “colla castellera” símbolo de la Cataluña que nos aupó y sumó esfuerzos unificando razas, culturas y procedencias y al mismo tiempo sería la metáfora de mi propia trayectoria.

Hay alguna editorial que me lo recuerda de vez en cuando pero me da una pereza enorme revolver los cajones del entendimiento, no sé si a esto se le llama desgana, o tal vez miedo al fracaso, sea lo que fuere tengo la sensación de que el proyecto va a quedarse en el cajón de  sastre de mi ordenador dejando en manos de mis descendientes la ingrata tarea de cribar palabras con el cedazo de los recuerdos.

        ERROR: CLAVO QUE PERDIÓ LA HERRADURA POR EL CAMINO