jueves, 21 de agosto de 2025

LA TORMENTA

 

Las nubes lloran el campo entre paraguas de olivos

el viento sorbe ribazos y el rayo sesga suspiros

mientras el trueno indolente pone voz en los caminos

y  el pastor impenitente despotrica  desatinos.

Las abarcas con sus bocas de talones descosidos

prisioneras son del barro dejando sus pies torcidos

cuando achancando ribazos entrecruzan sus destinos

al pugnar por levantarse, muestran sus vendos comidos.

 


Caminos empantanados, lagrimales peregrinos 

que juegan a no  encontrarse entre amapolas y trigos

saben por su llorar que están los campos nacidos,

roto su lagrimal los campos mueren podridos.

Ceda el rayo, mude el trueno que los trigos ya crecidos

quieren jugar a ser grano y peinarse en los estíos

con caracolas de viento y sus zarcillos con nidos

escampa ya vil tormenta deja los campos nacidos.

Ponle al campo su diadema, ponle color a sus cielos

pon la bóveda del puente que aguante sus aguaceros

y en escampando la nube tornal gañan sus aperos

que enfangados en el barro son testigo de sus duelos.

 

En lontananza el pastor silba con miedo a sus perros

diezmó el rayo sus ovejas, clama con rabia a los cielos

pidiendo cuentas a Dios y los santos por los suelos

mientras tañen las campanas, es el toque de los fuegos.

                                                              J. Hernández

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona