jueves, 9 de abril de 2009

Los pajaritos taen cola

Amigos que me leéis, tengo la obligación de exculparme e inculparme, me habéis tirado de las orejas unos, me habéis felicitado otros y los más me pedís explicaciones sobre el jeroglífico presentado en mi escrito anterior. Para no contestar uno por uno y para que los ofendidos e indecisos perdonen mis pecados, me confieso en un castellano sin encriptar, para aclarar dudas.

Valentín vino a cenar con nosotros y nos explicó que al día siguiente grabarían un casette con Maria Jesús (La de la Acordeón), él no parecía muy convencido de la canción que querían como primicia por considerarla muy simple en cuanto a partitura e incluso un poco populachera, pero tampoco podía oponerse porque para eso había venido. Yo quise estar presente, me apunté y sin demasiados problemas me presenté con él en los ya desaparecidos estudios que había en la C/Bajada del Rivero muy cerca de mi domicilio.

Allí estaba Maria Jesús acompañada de su padre al que pude notar que no le agradaba nada tener testigos de la grabación. Maria Jesús ocupó una cabina, Valentín otra y al fondo del espacioso estudio se encontraban la sala de mezclas y control de sonido.

Sonaron los primeros acordes para afinar y acto seguido con el “Silencio, grabamos” se inició la grabación de “Los Pajaritos”. María Jesús comenzó más o menos segura pero uno de los pasajes se le atragantó de tal manera que por mas que repitieron no dio la melodía con la limpieza deseada; unas veces desde el control y otras el propio Valentín intentaron suavizar el trance pero no hubo manera. Al final el maestro de Béjar tomó la iniciativa y la canción de los pajaritos salió de un tirón. Nunca pensé que aquella melodía insulsa y populachera pudiera llegar a ser tan popular, la verdad es que aquí solo se grabó la música y no sé es dónde se añadieron los coros.

Cuando yo suponía que aquello había acabado, un gesto con la mano de nuestro primo me vino a decir: “No te marches, que ahora viene lo bueno”. Y fue entonces cuando empezó a sonar aquel acordeón tantas veces escuchada en Salamanca y en nuestra propia casa, las melodías mas celebradas por nuestro padre y su amigo Quintín (De los que hago referencia en mi escrito: Amigo del Alma......) y puedo aseguraros que la emoción me transportó hasta el Campo de San Francisco en Salamanca donde una noche después de trabajar disfrutamos de una velada interminable escuchando al maestro. Después de la grabación nos vinimos hasta mi casa para celebrarlo y de ahí es la foto que queda incluida en el articulo de marras.

En los comentarios que me habéis hecho llegar, me hacéis notar que en un libro-biografía escrito por la interesada no se menciona para nada a nuestro primo y sobre todo profesor Valentín Sánchez, y es por simple justicia moral por lo que me he decidido a dar a conocer la circunstancia en que se grabó la casette (Entonces no había CD.) y por si alguien lo duda no tiene mas que conseguir la versión no cantada de los pajaritos dichosos y escuchar la cara B.

Dejo esta noticia como testimonio y homenaje a quien prestó su genio musical a una artista del que no se benefició por ser excesivamente idealista. Bueno, la foto, en la que he señalado a los dos protagonistas, también sirve de testimonio, claro.

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona