sábado, 2 de mayo de 2009

PRIMERO DE MAYO, UN HOMENAJE A LOS TRABAJADORES DE LA ILUSION

El día apareció lluvioso, yo tenía previsto comentar algunas fotos de Salamanca del primero de mayo de l.930-31. Haciendo tiempo para que el resto de la familia fuera despertando me he entretenido leyendo “HISTORIA DE MIS CALLES”, un libro autobiográfico de Francisco González Ledesma, que recomiendo en muchos aspectos y que a mí me ha hecho cambiar el enfoque de mi 1º de Mayo.

Este autor narra su relación con la editorial Bruguera, la de nuestros tebeos de juventud, la de las novelas del oeste y de novelas rosa. Nos habla de cómo los autores de nuestros Pulgarcito o Capitán Trueno, que tan buenos ratos nos hacían pasar, sufrían la tiranía de una editorial que los trataba como a esclavos, mal pagados, peor valorados y totalmente denigrados por los dueños de la empresa. Pantaleón y Francisco Bruguera (me ahorro el Don) no les permitían fiestas ni vacaciones ni seguridad social ni poder descansar en Navidad. Sus habitáculos para dibujar eran angustiosamente insuficientes, sin espacio para respirar y en un constante desplazamiento por ahorrar gastos y tenerlos mas vigilados.

En estas condiciones de casi esclavitud tenían que trabajar, Cifré, Peñarroya, Vázquez, José Maria Lladó, Víctor Mora, Perich, Olivan, Giner, Marcial Lafuente Estefanía, Corín Tellado, Miguel Cussó y otros.

Cuando he leído esto se me ha venido el mundo imaginario de mi juventud a los pies. Qué poco podía imaginarme en aquellos tiempos que mis héroes de los tebeos salían de gente explotada y machacada por unos amos sin escrúpulos, cómo en su entorno se premiaba la villanía de la intriga y del chivateo, cómo tuvieron que vender la propiedad de sus dibujos a una editorial que podía hacer de ellos lo que quisiera, cómo en definitiva eran despreciados en su trabajo cuando más ensalzados estaban por sus lectores, cómo tenían que suplicar un sueldo casi digno a una empresa que estaba ganando con ellos una inmensa fortuna, cómo tenían que suplicar anticipos a cambio de sus trabajos que nunca lograban compensar, cómo en definitiva se debían a una explotación de la que ellos hacían mofa en sus historietas pero que sufrían en sus propias carnes.

La realidad así de ingrata nos rompe la aureola de los héroes de nuestros tebeos que es como rompernos parte del espejo de nuestra juventud. Hoy me ha parecido el mejor día para rendir un homenaje de agradecimiento a los autores de muchas de nuestras fantasías, a los ilusionantes creadores de mis imitados héroes a los que en realidad ningún Bruguera puede destruir porque forman parte de nuestra vida, de la vida de muchos españoles que dejábamos un rinconcito de nuestra paga dominguera para conseguir el ultimo ejemplar llegado de la mal idealizada fabrica de sueños.

Nos habla Francisco González de cómo las familias de los trabajadores de los Bruguera hacían trabajos en sus casas empaquetando aquellos sobres-sorpresa que luego aparecían en los kioscos de toda España con cromos de futbolistas y héroes del deporte, de cómo Francisco Bruguera atropelló a un niño cerca de su editorial y la madre, lejos de lanzarse a por él y demandarle, se limitó a disculparse por las molestias que el niño le pudiera haber ocasionado.

Para estos poetas idealistas de sueños mi agradecimiento por los buenos ratos y por inculcarme valores a través de sus historietas de los que ellos mismos estaban careciendo.

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona