CUANDO LA ROJA ES CLANDESTINA

Es muy triste cuando en los círculos más o menos catalanistas pero fororos del fútbol y del Barça nadie se atreve a reconocer en voz alta que siguen la evolución de la selección Española, y no hablo ya de alegrarse sino de admitir su buena o mala trayectoria; simplemente en estos círculos la selección no existe.

Cuando escribo estas líneas está a punto de celebrarse el partido contra Alemania, estoy seguro que a la hora del partido las calles estarán vacías como están los balcones huérfanos de banderas españolas, pero quien más quien menos estará detrás de los visillos viendo a la roja y gritando con sordina para que el vecino no se entere, si gana España todo seguirá igual, si es Alemania soltaran los cohetes almacenados para la ocasión y algún exaltado se lanzará a la calle con el coche rebosando de gente en dirección a Canaletas. Es la cara triste e incomprensible de esta Cataluña de mis pecados.

Mi consuelo es hablar de mi paisano al que admiro y del que me siento seguidor incondicional, el Sr. Del Bosque, que es ante todo un gran señor de la educación y de la sensatez. Me agrada oírlo y me agrada escucharlo sobre todo cuando a la sobriedad de sus palabras añade ese giro cortés ante preguntas tendenciosas que a cualquier otro llevarían a encrucijadas de difícil solución.

Querido paisano, no soy forofo del fútbol y sólo entiendo lo justo para no quedarme fuera de algunas conversaciones, pero permite que abuse de ti, de tu estilo y de tu forma de ser y cuando alguien quiere dejar en entredicho ese orgullo patrio, yo arremeta con tu figura por delante para deshacer malos entendidos y dejar bien claro lo que es un buen caballero y lo que representa haber mamado gratitud y cortesía a partes iguales. Aunque Valdelosa (tu pueblo) es municipio pequeño le nació un hidalgo que mantiene el estandarte de la cortesía como emblema de su linaje.

LO QUE NATURA NON DA, SALAMANCA NON PRESTA