Si alguien me pidiera una imagen, un símbolo o una sensación para definir al pueblo catalán sería sin duda sus castellers: un conjunto de personas unidas con el único fin de superarse a sí mismas con esfuerzo, dedicación y sacrificio donde todo el mundo tiene su sitio sea cual sea su condición, color, raza, credo y constitución física, nadie es excluido por ninguna de estas razones y donde además la categoría social queda unificada bajo la camiseta de la colla, en la que sólo existe un lema: Unidos para llegar más alto; juntos para tener más fuerza. Una demostración de castells tiene la facultad de transmitir emoción a todo el que la contempla, el silencio del entorno sólo se rompe cuando la anxaneta corona el Castell, la expectación que rodea su construcción se convierte en un rito compartido en el que todo el pueblo parece participar en el esfuerzo común de conseguir el objetivo partiendo de la denominada “Pinya” (piña) que forma la base de la construcción; ahí comienza la escalada que con movimientos perfectamente equilibrados va colocando a los integrantes a las distintas alturas que tienen asignadas. El Castell va creciendo apoyándose en los hombros y en el esfuerzo de los que están debajo, y cada uno aguanta el peso que le corresponde sin pestañear y sabiendo que tratar de escabullirse hace cargar en los demás su parte de esfuerzo y con ello pone en peligro toda la construcción.
Nada es comparable a la emoción de ver coronado un Castell, pero hay algo que sorprende y hace más valorable la conciencia de grupo: aguantar sin mover un músculo cuando el Castell se desmorona, la “Pinya” tensa los músculos sabiendo que sobre ellos caerán los cuerpos de los compañeros que estaban arriba, son conscientes de que si ellos aguantan los compañeros tendrán amortiguada su caída y ahí la grandeza del sacrificio por los demás y aguantar con los dientes apretados para coger fuerza y volver a intentar una nueva construcción.
Estos castells han sido declarados patrimonio cultural, pero sin ninguna duda deberían ser el símbolo social de Cataluña.
Hola Joaquín, t conocí en el bar de Pedro y me invitaste a leer tu blog, de momento solamente he leído este de los castellers,y me ha gustado mucho. Hasta pronto
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