sábado, 13 de noviembre de 2010

SI EN LA ULTIMA CENA NO HABIA MUJERES ¿Quien sirvió la mesa?

La imagen de las monjas limpiando el altar como único cometido en toda la ceremonia de la bendición de la basílica de la Sagrada Familia ha dado la vuelta al mundo como ejemplo de una iglesia absolutamente machista y retrógrada, pero lo que ha impactado mucho más es la sensación de servilismo que se desprendía de su buen hacer y especial dedicación, ni una mirada distraída ni un gesto fuera de guión ni siquiera la tentación de mirar de soslayo, todo perfectamente ensayado, medido y ejecutado.

Su actuación mereció el sobresaliente en sumisión, entrega y  sometimiento, solo les faltó vestirse con arreglo a la moda de los años treinta en la que según el Papa, España está inmersa para que aquellas monjitas estuvieran más en su papel de los tiempos en que las mujeres debían tener permiso del varón para poder viajar, abrir una cuenta en el banco o simplemente hacer una gestión oficial.

Todo quedaba en una simple apreciación, en una mera ausencia de imaginación por parte de la oficiosa organización de este magnífico evento si no fuera porque ahora nos enteramos que en la comida que se le ofreció a S.S. Benedicto XVI acudieron 180 comensales entre obispos y cardenales y solo 8 religiosas que en un detalle de educación y buenas costumbres fueron acomodadas en un salón anexo junto con otros religiosos de menor rango.

Uno empieza a preguntarse si Benedicto XVI al situar a España en los años anteriores a la maldita guerra civil, no quiso llevarnos al  presente en que parece vivir esta iglesia que al quejarse de falta de vocaciones y la ausencia de fieles en sus celebraciones (incluido el fiasco de su última visita) no parece valorar el distanciamiento a que nos está llevando a un buen número de ciudadanos que aun sintiéndonos cristianos no nos identificamos con la oligarquía impuesta desde Roma y las lamentables e inoportunas declaraciones en su planificada comparecencia ante la prensa.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona